enraizamiento necesario ni la nacionalización auténtica, que pro
-
duce un diálogo respecto a su identidad interna.
A partir de ese fundamento, la universidad debe romper con
-
cepciones paradigmáticas que la enquistan; debe pensar y conce
-
birse como una institución esencial para enfrentar los grandes
desafíos del mundo contemporáneo, asumiendo su responsabili
-
dad social, mediante la formación de ciudadanos, capaces de
construir una sociedad más abierta y justa, basada en la solidari
-
dad, en el respeto de los derechos humanos, pero sobre todo com
-
prometida con una mejor calidad de vida en la sociedad.
Una universidad renovada y creativa, capaz de aceptar y asu
-
mir el reto de la autotransformación; combate que debe liderizarse
desde adentro y hacia fuera, pero que es ineludible llevar adelante;
el país lo exige y nuestra época también. Esa nueva institución está
urgida de reencontrarse a sí misma en la multidiversidad de sus res-
puestas, bajo un claustro universitario que sobrepasa los espacios
convencionales y académicos tradicionales, que necesita aprender a
corregir, tener voluntad política para reformar, transformar y per-
mitir avanzar; a pesar de la crisis, en la búsqueda de una universi-
dad al servicio de la investigación, en la cual el espacio para la for-
mación de un profesional, sea parte de su compromiso social.
Se hace indispensable un nuevo contrato social de universi-
dad que se adopte o inserte, en una gerencia educativa, capaz de
generar el “como” para el cambio; que represente la forma expedi-
ta de manejar los recursos, para lograr los objetivos dentro de la
organización; si se parte de ese postulado, deben establecerse sis
-
temas eficientes para lograr resultados satisfactorios.
Cada uno de los miembros de la comunidad universitaria, es
un elemento fundamental e importante, de allí que debe ser bien
seleccionado, desarrollado, evaluado y reconocido, si se siguen
las exigencias de una organización generadora de conocimiento.
El logro y la permanencia en el tiempo de este nuevo contrato
social de universidad, se consolida, siempre y cuando, se establez
-
can, instrumenten y desarrollen sólidas culturas organizacionales
entendidas; es decir, un sistema de valores internos a la institu
-
ción, sustentados en la historia, en su misión creadora, crítica y
transformadora. Su visión, sus estrategias, conjuntamente con las
creencias, los rituales, el estilo operativo y su clima político-social
en apoyo a las estrategias planificadas para la conquista de objeti
-
vos propuestos de carácter académico-administrativo, los cuales
deben estar relacionados: docencia, investigación y extensión.
#
_______________________________________ Innovación y Gerencia. Vol. I. Nº 1, 2008