Innovación y Gerencia. Revista científica arbitrada
Vol. VIII. Nº. 1, Abril-Septiembre 2015, pp. 111 - 127
UJGH ·ISSN 1856-8807
Supuestos preteóricos y no fácticos
en las Ciencias Sociales
Antonio Casella*
Resumen
La proposición según la cual la actividad científica se inicia con la obser-
vación limpia y no contaminada de los hechos sociales y a partir de allí
formula teorías acerca de lo observado, ha cedido espacio a otra que
afirma que elementos no fácticos y no teóricos son consustanciales a tal
actividad y la impregnan en todos y cada uno de sus pasos. En el ensayo
se describen y comparan cuatro formulaciones de tales supuestos que,
además, son útiles para el análisis de las teorías sociales y del trabajo ci-
entífico. Estas son: los parámetros sociológicos de Tom Campbell, las
presuposiciones generales de Jeffrey Alexander, los enfoques episte-
mológicos de José Padrón y los macro moldes de Losada y Casas.
Palabras clave: ciencias sociales, supuestos preteóricos, no fáctico.
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* Politólogo. Profesor titular, a dedicación exclusiva de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de
la Universidad del Zulia. Maracaibo, estado Zulia, Venezuela. Correo electrónico: acase-
llam@gmail.com
Recibido: 23-01-15. Aceptado: 07-03-15
Pre-Theoretical and Non-Factual Suppositions
in the Social Sciences
Abstract
The proposition, according to which scientific activity begins with the
clean, uncontaminated observation of social facts and based on this, for-
mulates theories about what is observed, has ceded space to another
that affirms that non-factual and non-theoretical elements are consub-
stantial to such activity and impregnate each and every one of its steps.
In this essay, four formulations of such suppositions are described and
compared that are useful, furthermore, for analyzing social theories and
scientific work. They are: the sociological parameters of Tom Campbell,
the general presumptions of Jeffrey Alexander, the epistemological ap-
proaches of José Padrón and the macro molds of Losada and Casas.
Key words: social sciences, pre-theoretical suppositions, non-factual .
Introducción
De una incesante polémica ha estado precedida la ya muy
extendida aceptación de que elementos preteóricos, no fácticos, o
no ceñidos a los datos, son constitutivos de la actividad científica.
La tesis según la cual el trabajo científico se inicia con la observa-
ción (técnica ésta que reflejaría fielmente la realidad), la cual indi-
ca que la teorización sería el resultado de la sola mirada metódica
y sistemática a los hechos y la idea fundamentada en que el sujeto
cognoscente y el objeto del conocimiento se distinguen tajante-
mente el uno del otro, han ido cediendo el paso, sobre todo a partir
de los escritos de Popper y de Kuhn, a formas diferentes de acer-
carse a la ciencia. Progresivamente, ha ido ganando terreno la
proposición que asegura que valores, tesis filosóficas, tradiciones
científicas o filosóficas, hipótesis o supuestos no comprobados, el
momento histórico, entre otros, constituyen parte significativa
del trabajo y el producto científico.
Diversos autores del área de las llamadas ciencias sociales,
expusieron y defendieron esa tesis que hoy pareciera encontrarse
en retirada, por lo menos en su versión más dura. Emile Durkheim
(2001), el famoso sociólogo francés, escribió uno de los libros en los
que tempranamente se condensa tal posición. Se trata de su obra
publicada por primera vez en 1885: Las Reglas del método socioló-
gico. En ésta, presentó de manera sistemática, la forma cómo debía
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Supuestos preteóricos y no fácticos en las Ciencias Sociales
Antonio Casella
proceder la sociología (la nueva ciencia de la sociedad) para pro-
ducir conocimiento científico. Considera el autor que las ciencias
más desarrolladas se caracterizan por someter al objeto de estu-
dio a la observación sistemática y es a partir de allí que la ciencia
construye las diversas teorías y descubre las leyes científicas.
Siguiendo el orden de ideas, esa realidad, dice el referido autor,
es externa al observador, es una cosa, se encuentra fuera del sujeto
que conoce. Y, si así proceden esas ciencias, la sociología para ser
realmente ciencia, debe proceder de la misma forma. El objeto de es-
tudio de la sociología es el hecho social al que define, precisamente,
por su carácter externo al individuo, de allí que le exigiera a los so-
ciólogos actuar como verdaderos científicos: debían tratar los he-
chos sociales como si estos fueran cosas, es decir, que partieran “del
principio de que se ignora absolutamente lo que son, y que sus pro-
piedades características, al igual que las causas desconocidas de
que dependen, no pueden ser descubiertas ni siquiera por la intros-
pección más atenta…” (Durkheim, 2001, p.16). El científico debía
hacer tábula rasa, abandonar las nociones, prenociones y concep-
tos previos acerca del objeto de estudio, consideraba que estos son
“como un velo que se interpone entre las cosas y nosotros y las en-
mascara…” (Durkheim, 2001, p. 55).
Tal vez el mismo Comte, a quien se le atribuye la creación de
las palabras positivismo y sociología, sea un buen ejemplo de las
dificultades de concebir el proceso científico y de teorización como
apego estricto al dato proporcionado por los sentidos. En el propio
Curso de filosofía positiva (escrito entre los años 1830 y 1842), la
obra donde expone los términos de la ciencia positiva, la cantidad
de apelaciones a aspectos no empíricos o no “verificados” es abru-
madora, comenzando por la idea general de la obra según la cual
la historia de la humanidad atraviesa por tres estados: teológico,
metafísico y positivo (Comte, 1977).
Las críticas a esta forma de concebir a la ciencia, son ante-
riores a los forjadores de la idea de una ciencia llamada sociología.
Ya para el tercer tercio del siglo XVIII, Kant afirmaba en la Crítica
de la razón pura (2003), que la mente participaba activamente en
lo que ella se proponía conocer. Es decir, el sujeto deja su impron-
ta en el objeto de conocimiento, le da forma, lo moldea. Ya avanza-
do el siglo XX, Popper, va a poner en entredicho la proposición que
considera que el conocimiento científico, al igual que todo conoci-
miento humano, parte de intuiciones o de observaciones puras,
va a afirmar que no es así, que el conocimiento parte de hipótesis,
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conjeturas y expectativas anteriores al propio acto de conocer
(Popper, 1980).
Más tarde, en 1962, Kuhn (1980) publica su obra más rele-
vante: La estructura de las revoluciones científicas, allí va a intro-
ducir el carácter social de la producción científica como el pro-
ducto de acuerdos entre los miembros de la comunidad científica.
El concepto de paradigma científico, fundamental en este libro,
designa, a grandes rasgos, un modelo en el que se fundamentan
las prácticas de investigación y determina los tipos de problemas
que se plantea la ciencia y las formas de solución de los mismos,
estos modelos funcionan como orientadores de las prácticas de
investigación de la comunidad científica. Un paradigma implica
supuestos, conceptos, teorías, métodos y además, lo que resulta
ser lo fundamental para este escrito, también incluye creencias,
normas, valores, lenguaje, compromisos comunitarios, entre
otros, elementos estos últimos que hacen del sujeto del conoci-
miento un sujeto, por decir lo menos, activo.
En el presente ensayo se describen y comparan cuatro pro-
puestas que intentan dar cuenta de algunos de los elementos ex-
tra científicos, o no empíricos, o supuestos e hipótesis no compro-
badas que participan en el proceso de investigación y teorización.
Específicamente, se presentan cuatro formulaciones: los pará-
metros sociológicos de Tom Campbell, las presuposiciones gene-
rales de Jeffrey Alexander, los enfoques epistemológicos de José
Padrón y los macromoldes de Losada y Casas.
1. Tom Campbell: parámetros sociológicos
Tom Campbell (1985) en su libro Siete teorías de la Sociedad,
realiza un análisis comparativo de las teorías de Aristóteles, Tho-
mas Hobbes, Adam Smith, Carlos Marx, Emile Durkheim, Max
Weber y Alfred Schutz. En la primera parte de la introducción dis-
cute sobre lo que entenderá por sociedad a lo largo del trabajo e
incluye una propuesta inicial para el estudio de las teorías que
consiste en considerar que toda teorización posee tres elementos
principales: definición, descripción y explicación. Sin embargo, el
capítulo que nos interesa para esta breve nota comparativa es el
segundo de dicha introducción, que lleva por título: Comparación
y valoración de teorías.
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Supuestos preteóricos y no fácticos en las Ciencias Sociales
Antonio Casella
En este capítulo, además de otras consideraciones1, se ocupa
de los denominados parámetros sociológicos de divergencias. Se
trata de cinco escalas (espacios lógicos) en las que se puede situar
cada teoría, un factor específico o un elemento de una teoría para
“determinar así la relación que tiene con cualesquiera de las dos
posturas extremas” de cada una de las escalas, al ser consideradas
escalas, es dable pensar que entre cada uno de los extremos de cada
parámetro existe una indefinida cantidad de posturas intermedias.
Estos parámetros serían, tal como se presentan en la Figura
1, el parámetro Idealismo Materialismo. Se trata de la diferen-
ciación entre aquellos que piensan que la realidad social es expre-
sión de la conciencia o del espíritu o de la conciencia, la realidad
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Te o r í a B
Te o r í a A
IDEALISTA MATERIALISTA
DESCRIPTIVO NORMATIVO
INDIVIDUALISTA HOLISTA
CONSENSO CONFLICTO
POSITIVISTA INTERPRETATIVO
Figura 1
CAMPBELL: Parámetros Sociológicos de Divergencias
Fuente: Elaboración propia.
Teoría A y Teoría B: Dos teorías que ocupan diferentes posiciones en los parámetros
1 Por ejemplo, establece un patrón de comparación de las teorías que es-
tudia a partir de la segunda parte del libro que consiste en considerar
a.- “el enfoque general y el método” del teórico, b.- “la idea que tiene de la
naturaleza humana, las descripciones que le son características y las
explicaciones que hace de los procesos sociales y c.- realizar un examen
de las implicaciones prácticas que pueda tener la teoría (Campbell,
1985, p. 39).
social consiste principalmente en ideas, por lo tanto está regida
por reglas (qué hay que hacer o cómo se debe proceder en una si-
tuación determinada), y aquellos inclinados por las propiedades
físicas, que parten del supuesto de que la sociedad es un tipo de
materia, que se trata de conductas observables y de estructuras
orientadas a imponer formas de pensar. Esta primera dualidad
expresaría lo que los seres humanos son: cuerpo (materia) y espí-
ritu (idea, sentimiento, voluntad).
El segundo parámetro es el Descriptivo-Normativo. Se trata
de las aserciones de hecho, de lo que supuestamente es o ha sido,
frente a aquellas que indican cómo debe ser o debería ser, inclu-
yendo los juicios, evaluaciones de lo social y recomendaciones
para mejorar la sociedad.
El Tercer parámetro es el Individualista-Holista. Este es un
tema complejo para el autor. Se trata básicamente de la significa-
ción que se le da al individuo o al grupo. Esta significación puede
ser valorativa: qué es lo importante, el individuo o el grupo, puede
ser descriptiva, referida al llamado individualismo metodológico o
el holismo metodológico, en otras palabras, el estudio de los fenó-
menos sociales “haciendo referencia a las intenciones, motivos y
atributos de los individuos” o afirmar “que todas las explicaciones
sociales terminan en hechos sobre las sociedades, como, por
ejemplo, el grado de población, la extensión de la división social
del trabajo…” (Campbell, 1985, p. 53)
El cuarto parámetro es el Consenso-Conflicto. Da cuenta de
las teorías que hacen énfasis en los acuerdos por los que se “esta-
blecen valores básicos y los principales modos de organización
social” y de las teorías que entienden que la sociedad es el “resul-
tado del conflicto organizado y la competición –bien sea entre in-
dividuos o entre grupos– que está determinado por las diferentes
formas de poder o coacción…” (Campbell, 1985, p. 54).
Y el quinto y último parámetro el Positivista-Interpretativo.
Para los primeros, la sociedad puede ser estudiada científicamente
en el sentido que lo hacen las ciencias naturales. Mientras que
para los segundos, el estudio social debe interpretar la conducta
social a partir de las creencias y los valores de los agentes sociales.
Tales parámetros podrían ser parangonados con preconcep-
ciones que afectarían la escogencia de los hechos y el uso dado a
sus términos por los autores. Expresa el autor, que estos sirven
de ayuda al análisis teórico por tres razones: la primera, porque
“hay pocas teorías sociales que puedan encasillarse en unos com-
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Supuestos preteóricos y no fácticos en las Ciencias Sociales
Antonio Casella
partimientos que se diferencien de forma nítida” (Por ejemplo,
casi todas las teorías son “individualistas” hasta cierto punto).
Segundo, porque, “las teorías sociales no pueden situarse en una
simple escala o ´estrecha‘ dimensión que pudiera representarse
por la línea recta existente entre dos polaridades claramente defi-
nidas. Esto se debe a la variedad entre los diferentes subtipos que
se dan (Por ejemplo, hay muchas versiones diferentes del “indivi-
dualismo” y del “holismo”, por lo cual no puede darse ninguna
oposición clara o simple entre estas dos posturas, generalmente
conflictivas)”. Tercero, porque “hace que podamos hacer resaltar
el hecho de que teorías que difieren en algunos aspectos sean
muy similares en otros” (Campbell, 1985, p. 41- 42).
2. Jeffrey Alexander: Presuposiciones generales
El texto de Jeffrey Alexander (1989), titulado Las teorías socio-
lógicas desde la segunda guerra, recoge una serie de conferencias
que él ofreció a sus estudiantes de la Universidad de California. La
primera parte del libro está dedicada a responder a la pregunta con
la que la titula: qué es la teoría. Afirma éste que la ciencia está com-
puesta por una serie de elementos o componentes generados por
procesos no fácticos como dogmas universitarios, la socialización
intelectual y la especulación imaginativa del científico, estos son
anteriores a los otros procesos, los fácticos, es decir, los que supo-
nen el contacto del científico con el “mundo real” (Alexander,1989,
p. 15). De allí su afirmación referida a que las teorías científicas o
las ciencias están compuestas por elementos empíricos y elemen-
tos no empíricos que preceden el contacto con el mundo real. A es-
tos últimos los llama apriorísticos y afirma que dependen de las
tradiciones “que se dan por sentadas y no están sometidas a una
evaluación estrictamente empírica” (Alexander, 1989, p. 15). Asi-
mismo, estas tradiciones estarían integradas por los componentes
básicos de la actividad científica social y constituirían el “núcleo
del debate teórico contemporáneo” (Alexander, 1989, p. 16).
Propone la tesis de que para identificar esos componentes
básicos, es preciso determinar cuáles son los componentes de la
ciencia y dentro de ellos cuáles son los básicos o más importan-
tes. Asume que existen dos grandes medios: el empírico en el cual
se encuentran los hechos y el metafísico en el que se hallan las
teorías. Estos dos grandes medios constituirían un continuo que
iría desde las observaciones hasta las presuposiciones generales.
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Las presuposiciones representarían el nivel más general en-
tre los componentes no empíricos de la ciencia; más general que
los supuestos metodológicos, las leyes, los métodos y las orienta-
ciones ideológicas, entre otras (ver Diagrama 1). Serían, entre los
componentes, los más importantes. Además, formarían las “tra-
diciones predominantes en el pensamiento social” (Alexander,
1989, p. 17). Estas presuposiciones constituyen los supuestos
más generales con los que el estudioso se enfrenta a la realidad.
La proposición del autor es que cada trabajo empírico toma
una posición apriorística sobre dos problemas: el problema de la
acción (Alexander, 1989, p. 18) y el problema del orden.
En cuanto a la acción, puede considerarse que esta contenga
básicamente elementos racionales, es decir, si las personas son
egoístas, instrumentales, si al actuar les importa fundamental-
mente aumentar la eficiencia, en este caso el actor recibe impulsos
de fuerzas externas, o que la acción contenga esté determinada
fundamentalmente por lo normativo, o sea, por elementos mora-
les, los actores están orientados por “emociones o deseos incons-
cientes” (Alexander, 1989, p. 18). Y en cuanto al orden, las contro-
versias se manifiestan en torno a cómo se genera ese orden y allí se
enfrentan el enfoque individualista que considera que la negocia-
ción individual y las opciones individuales son las creadoras de los
patrones extraindividuales y, por lo tanto, el individuo sigue el or-
den social o se rebela contra él pudiendo alterarlo y el enfoque co-
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Diagrama 1
Alexander: El continuo científico y sus componentes
Fuente: Alexander (1989, p. 15).
lectivista que parte del supuesto de que los patrones sociales son
anteriores a todo acto individual y son el producto de la historia y,
por lo tanto, todo acto de las personas “va impulsado en la direc-
ción de la estructura preexistente” (Alexander, 1989, p. 18).
Las combinaciones o, en palabras del autor, las permutacio-
nes lógicas entre las presuposiciones generales acerca de la ac-
ción y del orden integrarían las tradiciones fundamentales de la
sociología. Estas tradiciones serían: 1.- las teorías racional-indi-
vidualistas, 2.- las teorías Racional colectivistas, 3.- las teorías
Normativo-individualistas y 4.- las teorías Normativo-colectivis-
tas. En el Cuadro 1 podemos observar tales combinaciones.
Alexander adiciona a esto, que las presuposiciones no solo
operan como un aspecto académico o de índole investigativo. Ar-
gumenta que el estudio de la sociedad pone en juego valores. Los
dos valores fundamentales en las sociedades occidentales son la
libertad y el orden; las teorías “sufren la atracción de ambos po-
los” (Alexander, 1989, p. 19). La tensión entre libertad y orden,
afirma, brinda “una justificación intelectual y moral a la sociolo-
gía: la sociología explora la naturaleza del orden social en gran
medida porque le interesan sus implicaciones para la libertad in-
dividual.” (Alexander, 1989, p. 20).
3. José Padrón: Enfoques epistemológicos
Se han tomado para la presentación de los enfoques episte-
mológicos dos textos del autor. El primero, Aspectos clave en la
evaluación de teorías, de 2004 y el segundo, Tendencias epistemo-
lógicas de la investigación científica en el siglo XXI, de 2007.Afir-
ma Padrón que tanto la construcción de teorías como su evalua-
ción “dependen fundamentalmente del enfoque epistemológico
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Cuadro 1
Alexander: Tradiciones fundamentales de la sociología
Problema de la acción Problema del orden
Individualistas Colectivistas
Racionalistas Teorías
Racional-Individualistas
Teorías
Racional-Colectivistas
Normativistas Teorías
Normativo-Individualistas
Teorías
Normativo-Colectivistas
Fuente: Elaboración propia.
previamente adoptado, ya que es éste el que contiene los paráme-
tros para concebir la naturaleza, la función y la estructura de las
Teorías” (Padrón, 2004, p. 1). Se trataría de “sistemas de convic-
ciones acerca de qué es conocimiento y de sus vías de producción
y validación, sistemas que tienen un carácter preteórico, ahistóri-
co, y universal” y funcionan como filtros que condicionan el modo
en que conocemos (Padrón, 2007:5). Ya que son marcos de presu-
puestos con relativa permanencia, permiten la evaluación de las
diversas teorías. Conocerlos, entonces, sería provechoso debido a
que ubicarían al estudioso ante los marcos de presupuestos des-
de los cuales se conciben y desarrollan los procesos científicos
(Padrón, 2007, p. 5).
En el texto Aspectos clave en la evaluación de teorías,el au-
tor afirma que tales enfoques serían los siguientes: A.–El empiris-
ta-inductivo: Se trataría del enfoque que parte del supuesto de
que hay “una realidad externa independiente del sujeto que la co-
noce y de que el conocimiento de dicha realidad se genera a partir
de los datos de la percepción sensorial y de la observación. Aquí la
teoría sería un hallazgo” (Padrón, 2004, p. 71-72), B.–el enfoque
racionalista deductivo: Parte del mismo principio según el cual
hay una realidad externa e independiente del sujeto que la cono-
ce, sin embargo, el conocimiento viene dado por las “capacidades
del cerebro humano y de sus facultades de razonamiento, la teo-
ría es un diseño, una formulación mental…” (Padrón, 2004, p. 72)
y C.–el enfoque interpretativo-simbólico: La realidad para este en-
foque depende del modo como se le ve y se le piensa. La teoría se-
ría una “especie de definición o de traducción del modo en que los
grupos sociales y los individuos perciben los hechos desde su pro-
pia internalidad…” (Padrón, 2004, p. 72)
En el trabajo Tendencias epistemológicas de la investigación
científica en el siglo XXI,el autor afina aún más la propuesta y
construye una combinación entre las convicciones acerca de las
fuentes del conocimiento (variable gnoseológica): Empirismo y
Racionalismo y las convicciones acerca de la relación sujeto con
la realidad (Variable ontológica): Idealismo y Realismo.
El resultado de este cruce son cuatro Enfoques Epistemoló-
gicos. En primer lugar, el enfoque empirista-idealista, equivalen-
te al enfoque que identificamos con la letra C anteriormente. En
segundo lugar, el enfoque Racionalista-Idealista, igualmente este
equivale al identificado con la letra C. En tercer lugar, el enfoque
Empirista-realista, que coincide con el enfoque identificado con la
letra A. Y, el último, el enfoque racionalista-realista, que es coin-
120
Supuestos preteóricos y no fácticos en las Ciencias Sociales
Antonio Casella
cidente con el enfoque al que colocamos la letra B (ver Tabla 2).
Como se puede observar, este cruce de las dos variables le permi-
te al autor introducir una distinción dentro de lo que llamó ante-
riormente enfoque interpretativo simbólico: “la variación expe-
riencialista (convivencia, trabajos de campo, al modo propuesto
por Alfred Schutz) y la variación reflexivista (argumentaciones,
crítica sociohistórica, al modo de Jürgen Habermas)” (Padrón,
2007, p. 6), se trata en el Cuadro 2 de los dos enfoques idealistas.
A partir de la identificación de los enfoques epistemológicos,
para concluir, el autor en el trabajo de 2007, presenta lo que consi-
dera ha sido el desarrollo histórico de la epistemología a lo largo del
siglo XX y lo que va del XXI, a este recorrido lo denomina la estructu-
ra diacrónica de la epistemología. El primer ciclo comienza con el
Círculo de Viena en 1920, y su concepción empirista realista de la
ciencia. Pasa luego al racionalismo realista de Popper y Einstein.
Le sigue el racionalismo idealista de la teoría crítica (visión herme-
néutica) de la Escuela de Frankfut, y concluye con la difusión del ex-
periencialismo vivencialista o empirismo idealista de Schutz. Este
ciclo concluye en 1970. A partir de este momento se producen pro-
longaciones temáticas acerca de los mismos problemas tratados en
el ciclo anterior. Por ejemplo, el problema planteado por Popper de
cómo crece el conocimiento científico, allí entran las propuestas del
mismo Popper, Kuhn, Lakatos y Laudan. Una segunda prolonga-
ción, que se puede mencionar a manera de ejemplo, es la relaciona-
da con la llamada Sociología del conocimiento que adquiere a finales
del siglo XX y principios del XXI “un significado especial” el conocido
como “Programa de la sociología del conocimiento” (Padrón, 2007).
121
____________________________________ Innovación y Gerencia. Vol. VIII. 1, 2015
Cuadro 2
Padrón: Enfoques Epistemológicos
Variable
ontológica
Variable gnoseológica
Empirismo Racionalismo
Idealismo Enfoque Empirista-Idealista
(etnografía, diseños de conviven-
cia, inducción reflexiva)
Enfoque Racionalista-Idealista
(Interpretaciones libres, lenguajes
amplios, argumentación reflexiva)
Realismo Enfoque Empirista-Realista
(mediciones, experimentaciones,
inducción controlada)
Enfoque Racionalista-Realista
(Abstracciones, sistemas lógico-
matemáticos, deducción controla-
da)
Fuente: Padrón (2007).
4. Los Macromoldes de Losada y Casas
El texto de los autores en cuestión, lleva por título Enfoques
para el análisis político, publicado por primera vez en 20082.Adi
-
ferencia de Padrón, definen enfoque como “una perspectiva para
analizar algo…señala una problemática que intriga al estudioso,
unos conceptos que se privilegian; un conjunto de presuposicio-
nes generalmente implícitas, a partir de las cuales se inicia la ar-
gumentación, y unas reglas de inferencia para llegar a conclusio-
nes aceptables dentro del enfoque” (Losada y Casas, 2010, p. 13)
y agrega, que dentro de los enfoques se encuentran las teorías y
los modelos (Losada y Casas, 2010, p. 15). Los enfoques que tra-
bajan los autores son divididos en dos. Los primeros son los con-
temporáneos, estos serían los enfoques marxista, estructuralis-
ta, funcionalista, sistémico, estructural-funcionalista, la micro-
sociología política, constructivista, críticos contemporáneos, fe-
ministas, psicosocial, elección racional, teoría de juego, neo insti-
tucional, procesos decisorios, biopolítico, posmodernos, ideacio-
nal y enfoque culturalista. Los segundos son los tradicionales, es-
tos son el enfoque filosófico, el histórico-sociológico y el jurídi-
co-institucional.
En tanto que perspectivas para el análisis, estos enfoques
están constituidos por elementos no empíricos como las reglas de
inferencia y las presuposiciones arriba anotadas, es decir, aspec-
tos que no pueden ser sometidos a control empírico o que no po-
seen una referencia inmediatamente empírica, pero que sin em-
bargo, no son los elementos de mayor grado de generalidad. Estos
enfoques podrían ser parangonados con las teorías que tanto
Campbell como Alexander estudian en sus respectivos trabajos.
En efecto, Losada y Casas arguyen que los llamados enfoques
se inscriben en “grandes escuelas de pensamiento”: “un conjunto
de valores primordiales, principios y ejemplos sobre cómo avanzar
en una ciencia específica, compartidos por un conjunto de profe-
sionales de la disciplina correspondiente, el cual guía su actividad
investigadora” (Losada y Casas, 2010, p. 47). Es lo que denominan
los Macromoldes. Al interior de cada macromolde se genera una
variedad de enfoques; “utilizando el enfoque escogido, el investiga-
122
Supuestos preteóricos y no fácticos en las Ciencias Sociales
Antonio Casella
2 En este trabajo utilizamos la primera reimpresión que se llevó a cabo en
2010.
dor produce proposiciones generales, y quizás aún universales,
las cuales se agrupan en una o varias teorías, pudiendo cada una
de ellas ser representada en sus elementos más básicos, median-
te modelo” (Losada y Casas, 2010, p. 49).
Viajando de lo general a lo particular, los autores construyen la
siguiente propuesta: lo más general son los Macromolde;a partir de
estos se conforman varios enfoques, en cada uno de los enfoques se
generan teorías (proposiciones que describen, interpretan y expli-
can la realidad) que pueden ser representadas a través de los mode-
los que constituyen el nivel menos general. Al igual que los enfo-
ques, estos permiten aproximarse a los fenómenos sociales a partir
de presuposiciones, generalmente no mencionadas. Estas presupo-
siciones son de orden ontológico (“relativas a la naturaleza de la rea-
lidad”), epistemológico (“relativas al alcance del conocimiento hu-
mano”), axiológico (“dotadas de carácter normativo o referidas a
unos valores en juego”) y metodológico (“Relativas a caminos y me-
dios para llegar a conclusiones) (Losada y Casas, 2010, p.53).
En la actualidad, existirían cuatro macromoldes: 1. El ideo-
gráfico o hermenéutico, el cual, básicamente, se ocupa de com-
prender los fenómenos a partir del significado que el propio actor
da a la acción. 2. El crítico; este sigue o se sustenta en las tesis de
Marx, intenta develar o poner al descubierto las “injusticias,
alienaciones, explotaciones y dependencias” en las que vive el
hombre en sociedad. 3. El nomotético o empírico analítico; se
inspira en la metodología de las ciencias naturales y persigue
123
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Figura 2
Losada y Casas: Macromoldes, enfoques, teorías y modelos
Fuente: Elaboración propia.
encontrar regularidades en el comportamiento de las personas
con miras a describirlas y/o explicarlas causalmente, y 4. El pos-
moderno, cuyo interés fundamental es quebrantar los principios
y valores modernos (incluyendo los de la ciencia) y en ese intento
coloca como principio la relativización de toda lógica y de cual-
quier otro principio.
5. Breve comparación
Los autores coinciden en varios aspectos. En primer lugar,
independientemente de cómo se le denomine, las cuatro propues-
tas son útiles para comprender la actividad científica y de formu-
lación de las teorías sociales, sin que sus autores así lo expresen,
proponen entender tal actividad y formulación como constituida
por elementos preteóricos, teóricos propiamente dichos y empíri-
cos. Aún más allá, los propios datos empíricos son precedidos de
aspectos teóricos y preteóricos, es decir, no hay mirada limpia de
toda influencia de lo que pueda entenderse por realidad. Por otra
parte, las propias construcciones teóricas solo son comprensibles
si se las entiende inmersas en grandes propuestas de compren-
sión de la naturaleza de las cosas y de cómo estas pueden ser co-
nocidas. En fin, para entender o estudiar las teorías científicas es
necesario incorporar al análisis cómo entiende lo existente o rea-
lidad el científico y aquello que constituye la idea de cómo el hom-
bre justifica o fundamenta el conocimiento.
En la Figura 1, que construimos para mostrar la propuesta
de Campbell, ilustra cómo una misma teoría podría ser conside-
rada a la luz de su ubicación en cada uno de los parámetros, en
otras palabras, que los fundamentos de las teorías sociales son
variados entre teorías y en una misma teoría diversos aspectos
pueden poseer una fundamentación diferente.
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Supuestos preteóricos y no fácticos en las Ciencias Sociales
Antonio Casella
Cuadro 3
Losada y Casas: MACROMOLDES
Ideográfico hermenéutico Comprende los fenómenos a partir del signifi-
cado que el actor da a la acción
Crítico Inspirado en Marx, devela las injusticias so-
ciales
Nomotético o empírico analítico Encuentra regularidades y las describe o ex-
plica causalmente
Posmoderno Relativiza toda lógica y todo principio. Que-
brantar valores y principios modernos
Fuente: Elaboración propia.
En cuanto a Alexander, este se separa de los otros autores
cuando considera el problema de la acción solo como una consi-
deración acerca del actor y no de la propia teoría. Es decir, cuando
habla de racionalidad se refiere a si es racional o no el actor, no la
teoría o el teórico. Idénticamente, cuando se refiere a lo normati-
vo, es el actor quien puede o no proceder de acuerdo a normas o a
la moral, no es la teoría la que indica qué es lo mejor o lo adecua-
do. Sin embargo, cuando el autor introduce los dos principios en-
frentados en la modernidad, la libertad y el orden, reintroduce la
temática de una manera diferente, ahora aparece el problema de
la acción y del orden como un asunto no solo del actor sino tam-
bién del estudioso, lo que permite direccionar el análisis hacia
dos aspectos diferentes pero confluyentes entre sí: el actor y el es-
tudioso.
Por su parte, Padrón nos propone un esquema que directa-
mente va a la temática epistemológica. El científico posee unos
fundamentos previos al acercamiento al mundo real. Pudieran
establecerse ciertas similitudes entre los enfoques de Padrón y los
macromoldes de Losada y Casas; el empirismo idealista incluye
los enfoques hermenéuticos, el racionalista idealista incluye el
Crítico y el Empirista realista el empírico analítico, sin embargo,
es prudente conservar las distancias pertinentes.
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____________________________________ Innovación y Gerencia. Vol. VIII. 1, 2015
Cuadro 4
Cuadro comparativo
Campbell
Parámetros
Alexander
Presuposiciones
Padrón
Enfoques
epistemológicos
Losada y Casas
Macromoldes
Se refiere a la teoría
y a los teóricos
Se refiere
a los proble-
mas que abor-
da el teórico
Se refiere
a la ciencia,
la teorías y a
los teóricos
Se refiere a la
ciencia, la teoría
y a los teóricos
Teorías
Idealista-Materialista
Descriptivo-Normativo
Individualista-Holista
Consenso-Conflicto
Positivista-Interpretativo
Teorías
Racional-
Individualista
Racional-
Colectivista
Normativo-
Individualista
Normativo-
Colectivistas
Enfoques
Empirista-
Idealista
Racionalista-
Idealista
Empirista-
Realista
Racionalista-
Realista
Macromoldes
Hermenéutico
Crítico
Empírico-
Analítico
Posmoderno
Fuente: Elaboración propia.
A excepción de la propuesta de Losada y Casas, en las otras
tres cada uno de los parámetros, presuposiciones y enfoques se
presentan como conceptos compuestos, sin embargo, solo pode-
mos considerar polos de un continuum a la de Campbell. Las
otras dos se refieren a un encuentro de dos elementos que se com-
plementan. En el caso de Padrón lo ontológico y lo epistemológico
y en el caso de Alexander la acción y el orden son los determinan-
tes de cada uno de las presuposiciones.
Campbell propone una variedad de continuos, pero advierte
que una misma teoría es analíticamente perteneciente a múltiples
parámetros, incluso una parte o aspectos de una teoría podrían ubi-
carse en diversas posiciones de varios de los parámetros. No es el
caso de los otros dos autores, quienes dan la impresión de haber
creado compartimientos estancos en los que cada teoría, que sería
totalmente homogénea, se incluye y permite establecer las diferen-
cias con otras teorías. Losada y Casas intentan salvar una interpre-
tación de este tipo y llaman la atención acerca de los puentes o pun-
tos de encuentros, sobre todo entre los macromoldes hermenéutico,
crítico y empírico analítico, no así entre estos y el posmoderno.
A manera de conclusión
Las formulaciones descritas señalan unos contenidos de las
ciencias sociales que responden más adecuadamente a conviccio-
nes no teóricas del científico, y a tradiciones del pensamiento que no
hincan su sostén en los propios hechos que se intentan conocer.
Los aspectos no teóricos así como los no fácticos, sean los
descritos u otros aquí no señalados, condicionan las perspectivas
de análisis, funcionan como filtros frente al objeto de estudio,
coadyuvan a la construcción del objeto, e indican cómo este ha de
ser tratado. En otras palabras, esos aspectos son consustanciales
tanto a la actividad científica como a los conocimientos mismos.
El discurso acerca de lo social que pretende ser científico ga-
naría en profundidad si en cada oportunidad esos contenidos se
hicieran explícitos. Ponerlos a disposición de la comunidad cien-
tífica permite a esta una mayor comprensión del producto del tra-
bajo de sus miembros. Téngase en cuenta que el conocimiento
existente forma parte de la producción de nuevo conocimiento; en
este sentido las propuestas arriba descritas constituyen cuatro
formas distintas, con puntos de coincidencias, de acercamiento
al estudio, análisis y comprensión de las teorías sociales.
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Supuestos preteóricos y no fácticos en las Ciencias Sociales
Antonio Casella
Referencias bibliográficas
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