INNOVACIÓN Y GERENCIA
Revista científica arbitrada
Universidad Dr. José Gregorio Hernández
Maracaibo - Venezuela
Vol. IX. No. 1 Octubre 2023
ISSN 3005-5172 Publicación semestral
Depósito Legal: ZU2023000012
La Revista Innovación y Gerenciaes una publicación semestral de laUniversidad Dr. José Gregorio Hernández
(UJGH), que surge con el propósito de convertirse en una importante referencia entre los órganos de difusión
universitarios que existen en la actualidad.Publicaartículos científicos, ensayos, críticas de libros, sobre as-
pectos asociados con procesos de innovación. En los cuales se presentan conocimientos novedosos, nuevas
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más,abarca temas relacionados con la gerencia, término con gran auge en los tiempos actuales, desde la pers-
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INNOVACIÓN Y GERENCIA
Revista científica arbitrada
Universidad Dr. José Gregorio Hernández
Maracaibo - Venezuela
Vol. IX. No. 1 Octubre 2023
ISSN 3005-5172 Publicación semestral
Depósito Legal: ZU2023000012
2023, Universidad Dr. José Gregorio Hernández.
Maracaibo, Venezuela
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Diagramación y montaje: Daniel León Bracamonte
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Innovación y Gerencia. Revista científica arbitrada
Vol. IX. Nº. 1, Octubre 2023, pp. 85 - 91
UJGH ISSN: 3005-5172
Depósito legal: ZU2023000012
El diálogo intercultural en
la Educación
Wuillian Jesús Palmar
Profesor titular de Investigación Educativa Universidad Católica Cecilio Acos-
ta, titular de Ética Aplicada y Política de la Universidad Dr. José Gregorio
Hernández, Profesor de Filosofía de la Educación y Ética y Docencia en la
Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Máster en Ciencias de la
Educación con especialización en Pedagogía para escuela y la Comunicación
Cultural (Universidad Pontificia Salesiana, Roma-Italia).
Correo Electrónico: williampalmar@hotmail.com
Elizabeth Royero
Profesor titular de Desarrollo Social, profesora de Comunicación Educativa
y directora de Extensión y Cultura de la Universidad Católica Cecilio Acosta,
Profesora de Lenguaje en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador,
Magister en Supervisión Educativa (Universidad Privada “Rafael Urdaneta
URU). Correo Electrónico: elizabethroyero_@hotmail.com
RESUMEN: En la actualidad, aun cuando existe una pluriculturalidad, pareciera que si-
gue imperando el pensamiento asimilacionista. Esta situación obliga a reflexionar, de
una manera diversa, el discurso sobre la educación intercultural, bajo la perspectiva
de una verdadera y efectiva interacción entre culturas, que suscite el conocimiento y
el reconocimiento mutuo a través del diálogo intercultural, visto como un elemento
enriquecedor que hay que fomenxtar en todos los ámbitos, en especial en el educa-
tivo. Utilizando el método hermenéutico, el presente ensayo pretende evidenciar la
importancia del diálogo intercultural como instrumento pedagógico en la educación,
concluyendo en que dicha práctica es factible dentro de este contexto, puesto que
permite la fusión de horizontes entre quienes integran las diversas culturas.
Palabras clave: Educación intercultural, diálogo intercultural, escuela intercultural.
Introducción
El momento actual reclama la puesta en escena de posturas
pedagógicas que propicien el encuentro y el diálogo entre perso-
nas de diferentes culturas. Es un desafío palpitante y sentido des-
de diversas instituciones y grupos étnicos que hacen vida en los
escenarios latinoamericanos, sobre todo cuando se ha reconocido
la composición pluricultural de las sociedades. La presencia simul-
tánea de culturas distintas representa una gran riqueza cuando el
intercambio es vivido como fuente de enriquecimiento mutuo. Pero
pueden surgir graves problemas si se asumen a las sociedades mul-
ticulturales como una amenaza para la cohesión social o bien para
la protección y el ejercicio de los derechos individuales o de grupo.
No es fácil equilibrar y armonizar las culturas preexistentes con las
culturas nuevas, cuando sus miembros muestran usos y costumbres
que se oponen mutuamente.
En latinoamérica existe un fuerte movimiento social que se
Intercultural dialogue in education
ABSTRACT: Today, even when there is multiculturalism,
it seems that assimilationist thinking still prevails. This
situation forces us to reflect, in a different way, the
speech about intercultural education, seen as a true and
effective interaction between cultures, which arouses
knowledge and mutual recognition through intercultural
dialogue, seen as an enriching element that must be en-
courage from all areas, especially education. Using the
hermeneutic method, this essay aims to demonstrate
the importance of intercultural dialogue as a pedagogi-
cal instrument in education, concluding that this practice
is feasible within this context, since it allows the fusion
of horizons between those who make up the different
cultures.
Keywords: Intercultural education, intercultural dialo-
gue, interculturalism, intercultural school.
Diálogo intercultural na educação
RESUMO: Hoje, mesmo quando há multiculturalismo, pa-
rece que o pensamento assimilacionista ainda prevalece.
Essa situação nos obriga a refletir, de maneira diferente,
sobre o discurso da educação intercultural, vista como
uma interação verdadeira e efetiva entre culturas, que
desperta conhecimento e reconhecimento mútuo por
meio do diálogo intercultural, visto como um elemen-
to enriquecedor que deve ser incentivado em todas as
áreas, especialmente na educação. Utilizando o método
hermenêutico, este ensaio tem como objetivo demons-
trar a importância do diálogo intercultural como instru-
mento pedagógico na educação, concluindo que essa
prática é viável dentro desse contexto, pois permite a
fusão de horizontes entre aqueles que compõem as di-
ferentes culturas.
Palavras-chave: Educação intercultural, diálogo intercul-
tural, interculturalismo, escola intercultural.
Dialogue interculturel dans l’éducation
RÉSUMÉ: Aujourd’hui, même en présence de multicul-
turalisme, il semble que la pensée assimilationniste
prédomine toujours. Cette situation nous oblige à ré-
fléchir, de manière différente, au discours sur l’éduca-
tion interculturelle, considérée comme une véritable
et efficace interaction entre les cultures, qui suscite la
connaissance et la reconnaissance mutuelle par le biais
du dialogue interculturel, perçu comme un élément enri-
chissant qui doit être encouragé dans tous les domaines,
en particulier dans l’éducation. En utilisant la méthode
herméneutique, cet essai vise à démontrer l’importance
du dialogue interculturel en tant qu’instrument pédago-
gique dans l’éducation, en concluant que cette pratique
est réalisable dans ce contexte, car elle permet la fusion
des horizons entre ceux qui composent les différentes
cultures.
MOTS-CLÉ: Éducation interculturelle, dialogue intercultu-
rel, interculturalisme, école interculturelle.
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pronuncia por el reconocimiento de los derechos de los
pueblos indígenas, bajo el argumento de una neutraliza-
ción social, cultural y política, lo que genera que la acción
educativa intercultural esté limitada solo al reconocimien-
to de las diferencias, pero no de los diferentes culturales.
El sujeto de la educación intercultural ya no es la diferen-
cia cultural, sino el individuo concreto que vive en una cul-
tura concreta y exige ser reconocido como tal.
Venezuela, al igual que otros países latinoamericanos,
no ha escapado de esta realidad por ser un país con una
diversidad étnica y cultural. Por ello, desde hace tiempo, el
pluralismo cultural existente ha preocupado a los gobier-
nos y organizaciones internacionales. Como muchas otras,
las instituciones educativas se encuentran ante un desafío
para que en el futuro sea posible el diálogo intercultural
entre las distintas culturas.
Las escuelas tienen una gran responsabilidad en este
ámbito, porque están llamadas a impulsar el diálogo in-
tercultural mediante sus proyectos educativos. Se trata
de un objetivo arduo y difícil de alcanzar, pero totalmente
necesario. La educación, por su propia naturaleza, requie-
re apertura a todas las culturas, sin pérdida de la propia
identidad, y comporta la acogida del otro, evitando el ries-
go de una cultura limitada y cerrada en sí misma.
En este sentido, han surgido propuestas educativas
concebidas desde diferentes disciplinas, como la lingüís-
tica, la antropología, la sociología y, con menos ímpetu,
desde la pedagogía donde la mayoría de las investigacio-
nes en Latinoamérica lo hacen desde la pedagogía crítica.
Indiferentemente de ello, todavía en el campo educativo,
la educación intercultural sigue siendo un área virgen para
investigar, sobre todo en el caso venezolano donde se ha
alcanzado poco éxito en estas últimas décadas. El objetivo
de este ensayo es resaltar la importancia del diálogo in-
tercultural como instrumento pedagógico en la educación.
Dificultades para un dialogo intercultural en
educación
Para la teoría de la educación supone un desafío per-
manente la perspectiva intercultural como proceso y es-
pacio para la gestión del diálogo en contextos plurales. La
problemática de las concepciones educativas intercultura-
les es que se entra en simplificaciones caducas o segrega-
doras, pues a veces se cae en el error de tratar la cuestión
intercultural como algo homogéneo, descontextualizado y
con pocas complejidades semánticas, y la realidad se em-
pecina en mostrar lo contrario, ya se hable de reivindica-
ciones de las minorías étnicas, la rehabilitación de culturas
después de procesos de descolonización, las migraciones,
la diversidad física o sensorial o el intercambio intercultu-
ral (Vila, 2013).
La mayoría de los conflictos que pretenden justifi-
carse, desde determinadas posiciones teóricas en latinoa-
mérica, sobre la realidad pluricultural, tienen su génesis
en las desigualdades socioeconómicas, en construcciones
identitarias colonizadoras y en la necesidad de repensar la
categoría de clase social como grupo cultural.
La realidad que se ha ido derivando de la educación
intercultural es que no siempre se han tenido estas cues-
tiones tan claras. De hecho, para Boehnm (2006) y Vila
(2013) las políticas educativas interculturales se han cen-
trado, mayormente, en objetivos de índole lingüística como
la competencias en la lengua del lugar; de enseñanza; de
sensibilización antirracista; de búsqueda de estrategias
para atender la diversidad indígena, de procesos globales
de mejora de los procesos educativos; de incidencia sobre
la comunidad educativa, y se han ignorado las normas, los
valores, el comportamiento de las personas de cada cultu-
ra en determinadas situaciones, así como la consciencia de
estos valores en la propia.
Al fenómeno intercultural se le ha dado un carácter
étnico, por parte de los educadores, quienes lo identifican
como una exigencia social y pedagógica para la educación
del alumnado indígena y afrodescendiente, percibiéndolo
más como un problema, debido al argumento de la neutra-
lización cultural, que como una oportunidad por la riqueza
aportada al conjunto (Vila, 2013). Este constreñimiento de
lo intercultural ha llevado a una folklorización de las cultu-
ras, una percepción de lo intercultural como conocimiento
de costumbres o mezcla, en un mismo espacio, de las di-
ferentes culturas sin profundizar en otros elementos más
sustanciales intrínsecas a la persona.
Llegados a este punto, surgen algunas inquietudes:
¿Cómo la educación intercultural debe reflexionar sobre
qué hacer con las diferencias para superar la exclusión o
discriminación? y ¿Cómo entender el hecho intercultural
como algo que afecta a todos, como proceso de mejora
social y educativa?
Responder a estas preguntas conduce a plantear
la dificultad existente de separarse de una tradición, de
pensamiento y actitudes asimilacionistas, profundamen-
te arraigada. Según Sánchez (2011) hasta los años setenta
del siglo pasado, era el asimilacionismo la corriente que
prevalecía en cuanto la concepción de cómo debía de ser
un encuentro con el otro, cuyo correspondiente educativo
estaba en una educación compensatoria. Aquel individuo
que no se adaptase, por las razones que fueran a lo que
socialmente deben ser, en nombre de la tradición, que no
aseguraba una vida pacífica y de bienestar, debía ser regu-
lado para que no destabilizase el orden de las cosas.
Para este autor, esto era así por el bien de todos, in-
cluso por el bien del diferente, pues, de lo contrario, no se
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podía acoger a las mismas oportunidades que el resto y
sería marginado, excluido, apartado socialmente. Se niega
que el otro hable y se niega que su habla sea posible; o en
otro sentido, se da la autorización para que el otro hable
de lo mismo y, entonces se celebra la generosa autoriza-
ción, no la voz de ser igual que yo, igual a lo mismo. Por lo
tanto, se defiende aquí una igualdad homogeneizadora por
el bien de todos, pero, sobre todo por el bien de lo mismo,
de la cultura superior mayoritaria.
Según Sánchez (2011) en la actualidad este pensa-
miento todavía persiste muy sutilmente dentro de este
multiculturalismo ya que hay libertad de puertas adentro,
un discurso de la tolerancia, un permiso del yo desde una
posición privilegiada hacia el otro. Un permiso para ser
otro, pero para ser otro fuera del trabajo, de la universi-
dad, de la escuela. Tal vez, un periodo al año, tal y como
hacen muchas escuelas, se instaura una semana cultural
indígena o afrodescendiente, donde el otro pueda expre-
sarse como miembro de una cultura. Sin embargo, no será
sino un viaje turístico por parajes exóticos de la cultura no
habrá un conocimiento profundo y autentico de culturas
distintas sino una banalización de las mismas. Podemos
avizorar en la actualidad vestigios de esta tradición asimi-
lacionista en la educación Intercultural.
Este tipo de pensamiento crea, para Roviera de Villar
(2014) y Sánchez (2011), actitudes de prejuicios por desco-
nocimiento hacia las diversas culturas que conviven en un
mismo lugar, sean de la condición que sean, y el miedo que
se siente hacia ellas, precisamente por ajenas, hace que
sea bastante difícil erradicar actitudes de rechazo a las
culturas diversas, a la homofobia, al racismo, entre otras.
En este sentido se debe reflexionar de una mane-
ra diversa sobre el discurso de la educación intercultural,
desde la óptica de una verdadera y efectiva interacción
entre culturas, que suscite el conocimiento y el reconoci-
miento mutuo a través del diálogo intercultural, como un
elemento enriquecedor que hay que fomentar en todos los
ámbitos, sobre todo en el educativo.
Educación, interculturalidad y dialogo
intercultural
Hablar de interculturalidad, en educación, es plantear
que esta debe ser considerada como una práctica de con-
vivencia que involucra interacción, intercambio, reciproci-
dad, solidaridad entre culturas, así como el reconocimien-
to y aceptación de los valores y de los modos de vida de
los otros (Palmar, 2009). Pero la interculturalidad no es una
descripción de una realidad dada o lograda, ni un atributo
casi natural de las sociedades y las culturas, sino que es
un proceso y una actividad continua, que debe ser pen-
sada menos como sustantivo y más como verbo de acción
(Paillacoi, 2017).
La interculturalidad tiene el rol crítico, central y pros-
pectivo no solo en la educación, sino en todas las institu-
ciones de la sociedad de construir sociedades, sistemas
y procesos educativos, sociales, políticos y jurídicos, y de
accionar relaciones, actitudes, valores, prácticas, saberes y
conocimientos, fundamentada en el respeto, la igualdad,
el reconocimiento de las diferencias y la convivencia de-
mocrática.
La interculturalidad incluye según Hausstein (2000)
una comprensión del otro, la posición y la perspectiva
propia, en la que cada relación lleva a un conocimiento
a través del distanciamiento y la autocrítica, donde esta
autocrítica implica un cambio de personalidad y en la cual
esta modificación de la personalidad conduce a una nueva
relación entre las culturas. En consecuencia, para el autor,
la interculturalidad es también característica de una pos-
tura que tiene como objetivo la posibilidad de consenso
entre diferentes posiciones, el pluralismo cultural y la su-
peración del etnocentrismo.
La interculturalidad puede ser vista, también, como
una cualidad humana. Fornet (2000: 13) la plantea como
una “cualidad que puede tener cualquier persona y cual-
quier cultura a través de una praxis de vida concreta en
la que se cultiva precisamente la relación con el otro de
una manera envolvente, es decir, no limitada a la posible
comunicación racional a través de conceptos sino ajustada
más bien en el dejarse afectar, tocar, impresionar por el
otro en el trato diario de nuestra vida cotidiana”. Por consi-
guiente, implica un modo de vida, que se aprende en con-
tacto con otros. Para Palmar (2009) se trata de una cualidad
aprendida por cualquier individuo o cultura, a partir de la
praxis concreta de vida en la cual se cultiva la relación con
el otro, en forma circundante y no limitada a la posible
comunicación racional.
Reconocer la alteridad del otro es reconocer la propia
condición de alteridad. García (2017) afirma que la alteridad
es un espacio que se comparte y en esa medida constituye
un espacio común en donde se genera el entendimiento
mediante la fusión de horizontes. Desde el reconocimiento
de la diferencia, da cuenta de una perspectiva ética-prác-
tica que, gracias al diálogo, permite llegar a acuerdos con-
cretos sobre normas de acción. Para el autor, la alteridad
permite construir lo común, estar con otra persona, faculta
el reconocer sus posiciones, y al mismo tiempo ratifica el
identificar las posiciones propias. Al comprender al otro,
en sus diferencias, es posible vislumbrarse a sí mismo des-
de el punto de vista del otro.
El camino posible para alcanzar esta interculturalidad
es el dialogo intercultural, cuyo propósito, es el ennobleci-
miento del ser humano y el instrumento para la consecu-
ción de la diversidad en el mundo histórico actual (Manza-
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nero, Ramírez, 2018).
La definición de diálogo es uno de los términos que
ha tenido resonancia en el discurso filosófico de las últi-
mas décadas, sobre todo cuando Gadamer (1999), postula-
ba la fusión de horizontes como resultado de un diálogo,
que no solamente era una estructura yo-tu como acuerdo
de dos personas que intercambian sus cualidades e ideas
espirituales, sino que entra en un contexto mucho más
amplio dentro de la pregunta respuesta, de la invitación
a la escucha y de la escucha empática. La característica de
este dialogo es la apertura con el otro, una apertura que
debe ser mutua para que esa relación pueda considerar-
se auténtica, para así establecer un vínculo humano (Pérez
Estévez, 2000).
Desde esta perspectiva se debe concebir la educación
intercultural como una propuesta dialógica y de encuentro,
donde el diálogo no se trate como un simple intercambio
de información y experiencias, sino como un encuentro
donde ocurra aquella fusión de horizontes propuesta por
Gadamer, es decir, un cruce de perspectivas valorativas y
de cosmovisiones sin que implique relaciones jerárquicas
(Paillocoi, 2017). Un dialogo intercultural entendido como
un intento de comprensión del otro, no solamente median-
te la interpretación de la palabra, sino también del gesto y
hasta del silencio (Fornet, 2004).
En este sentido es una comprensión recíproca entre
quienes participan; comprensión que se entiende en el
sentido de fusión de horizontes, que no renuncian a sus
propias posiciones culturalmente inconmensurables y que,
sin embargo, busca y construye significados más o menos
compartidos por todos, se desarrolla en el tiempo e impli-
ca una tolerancia y respeto por las diferencias personales,
que puede ser vista como un compromiso de actos indivi-
duales en función de la comprensión del semejante, como
parte de un colectivo (Palmar, 2009).
Este tipo de diálogo no busca convencer al otro, ven-
cer dialécticamente al otro, sino que es un diálogo dialo-
gal denominado así por Panikkar (2006:31) quien sostiene
que esta “dialéctica puede ser entendida de otra manera:
no como la confrontación de dos logoi [personas] en un
duelo caballeresco ante el tribunal inapelable de la dio-
sa de la razón, sino más bien como el legein [encuentro]
de dos dialogantes que se escuchan recíprocamente y se
escuchan para para entender comprender lo que la otra
persona está diciendo y, más aún, lo que quiere decir”.
Otra característica de este tipo de diálogo es que re-
quiere de una actitud de apertura y reconocimiento del
otro como legítimo otro (Paillacoi, 2017 y Balladares, Avilés
y Cadena 2015), donde el otro no es un extraño sino un
prójimo, un alter; de allí la importancia de la palabra alte-
ridad, que invita a algo más que respetar las diferencias y
comprenderlo, porque reconocer al otro es respetar su au-
tonomía, es percibirlo como valioso, es aceptar que el otro
carga con una historia personal y cultural que sin duda es
distinta a la propia, pero que es su historia, su mundo, su
realidad. Se trata de una apertura, no de un reconocimien-
to a priori, debido a que sería un falso reconocimiento,
porque ¿Cómo se puede reconocer al otro a priori si aún
no lo conozco realmente? Es la experiencia del encuentro
con el otro lo que hace reconocerle, valorarle y aceptarle
(Paillacoi, 2017). Es este contacto con el otro lo que lleva a
reconocerlo como persona humana, portadora en su dife-
rencia de una dignidad inviolable que los hace igual a los
demás (Fornet, 2000).
También, en la apertura, se aprecia al otro como un
interlocutor en el diálogo, se abre un espacio donde se
instauran relaciones dialógicas. En este sentido los hori-
zontes se encuentran y se fusionan, desplegándose ese
ámbito común que se forja en el encuentro, en el cual se
abre a la presencia del otro mediante el reconocimiento y
la atención de sus razones, evidenciando sus diferencias
(García, 2017).
Algunas veces, sin embargo, la apertura se bloquea
con la existencia de los prejuicios (Palmar, 2018), cuya su-
peración requiere de un diálogo crítico (García, 2017), ya
que los prejuicios de un individuo son mucho más que sus
juicios, son la realidad histórica de su ser. No oír u oír mal
son prácticas motivadas por la misma persona, no se oye
a los otros porque solo se ve los impulsos e intereses de
sí mismo. Hacerse capaz de entrar en dialogo a pesar de
todo, es la verdadera humanidad del hombre.
Para llegar a este tipo de dialogo se requiere pensar
en sus condiciones: respetuoso, equitativo y consciente
de que las otras personas tienen una concepción de vida
que según Paillacoi (2017) se expresa en un determinado
lenguaje, en una determinada lengua, entonces, si son dos
lenguas y lenguajes diferentes ¿En qué lengua se dialoga-
rá? No es igual dialogar en una u otra lengua porque cada
palabra carga con un universo de significados, un universo
de comprensión que en otra lengua no existe.
Por eso no se debe dar nombres a lo que los otros
expresen, puesto que el concepto otorgado siempre será
mera traducción, un intento de comprensión de un yo que,
por esta vía, comprende artificialmente al otro, pues lo
aleja de su ser como es, para adaptarlo a esquemas de
razonamiento que no le corresponden (Sánchez, 2011). Así
mismo, también, el dialogo intercultural reclama el univer-
so hermenéutico del lenguaje en libertad ontológica del
sujeto, para expresarse en sus referentes culturales más
originarios (Díaz, 2018).
Es así como, al enfrentar esta dificultad, se puede ha-
blar de la posibilidad de mantener el sentido de la cosa
como señala Gadamer (1999: 467) en un proceso de fusión
de horizontes, porque el lenguaje “es el medio universal
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en el que se realiza la comprensión misma. La forma de
realización de la comprensión es la interpretación, todo
comprender es interpretar, y toda interpretación se desa-
rrolla en medio de un lenguaje que pretende dejar hablar
al objeto y que es al mismo tiempo el lenguaje del propio
interprete. Sin embargo, ponerse de acuerdo en la cosa
a fusionar y fusionar horizontes es posible en la interpre-
tación orientada hacia la reconstrucción del sentido de
aquéllo que habla ya de la propia tradición, pero ¿Qué su-
cede cuando se quiere comprender al otro con el que no se
comparte una comunidad de sentido por no compartir un
horizonte de inteligibilidad común?
Esta pregunta remite a una comprensión intercultural
que permite la superación de las distancias entre univer-
sos culturales distintos. La respuesta se consigue en Pani-
kkar (2007), quien afirma que se puede superar a través de
la hermenéutica diatópica, la cual propone la comprensión
del otro sin presuponer que el otro tiene la misma auto
comprensión intercultural, para esto resulta fundamental
poner entre paréntesis presupuestos, mitos y creencias
propia, no en el sentido de querer entender fuera de las
categorías personales, porque esto no es posible, sino en
el sentido de no dar por supuesto que estas son condi-
ciones para la comprensión. Como no es posible aplicar
conceptos y categorías de una cultura a otra, ya que los
conceptos son distintos, lo que sí es posible es encontrar
paralelismo en el rol que unos mismos elementos tienen
en diferentes culturas, es lo que el autor denominó equi-
valentes homeomórficos.
Fundamentado en estas premisas, una educación in-
tercultural debe fomentar la presencia de la mayor diver-
sidad cultural posible dentro del aula, pero sin cohibirlas,
reducirlas, ni encerrarlas en aulas de enlace o a sesiones
psicopedagógicas donde sean tratadas con la finalidad de
erradicar su historia. La educación debe promover una
práctica de convivencia que se crea y reproduce según los
valores que tienen los sujetos de pensamientos diversos
para enfrentarse al mundo y dotarlos de sus sentidos y
significados (Sánchez, 2018). Es un educar que se asume
desde un compromiso ético que implica el respeto por las
formas de pensamientos de otros en su concepción del
mundo.
La educación debe promover una actitud de valora-
ción positiva hacia el dialogo intercultural entre las cultu-
ras y comprender la diversidad como factor de aprendizaje
positivo y necesario. Las escuelas serán interculturales en
la medida en que acepten la interculturalidad y se enri-
quezcan con ella, como construcción educativa cooperati-
va, dirigida a mejorar el dialogo y la convivencia. Por consi-
guiente, una educación intercultural no puede ser dirigida
solo a los indígenas y afrodescendientes sino a todo el
alumnado, a toda la comunidad educativa sin ningún tipo
de excepción, para lograr la humanización.
En consecuencia, se requiere una escuela entendida
como un espacio vivencial, donde los sujetos se transfor-
men y auto-transformen en lo particular y en lo plural. Una
escuela como lugar privilegiado para el desarrollo de un
diálogo intercultural donde, constantemente, toda la co-
munidad escolar se deje cuestionar por el otro y que se
cuestione al otro a su vez. Un lugar donde se enseñe a los
alumnos cómo dialogar desde el punto de vista intercultu-
ral, cómo lograr una comunión con su identidad dentro del
aula, con el fin de poder conseguirla más allá de sus mu-
ros, y dejando hablar al otro, antes de etiquetarle tópicos
que, en verdad, dicen muy poco de él y de lo que siente
(Sánchez, 2011).
Desde esta perspectiva, el pluralismo dentro de un
aula ya no puede ser considerado como un problema sino
como una oportunidad de abrir todo el sistema educati-
vo a todas las diferencias de origen étnico, por tanto, una
escuela intercultural donde se promueva el dialogo, debe
según Rovira de Villar (2014) reflexionar sobre:
a) Una apertura razonada a la globalización. Una es-
cuela que es comunidad educativa no debería formar
a las personas para que constituyan grupos cerrados,
al contrario, deberá ofrecer a los estudiantes los co-
nocimientos necesarios para comprender la actual
condición del hombre como ciudadano de todo el
planeta, una condición que se caracteriza por múlti-
ples relaciones de interdependencia.
b) La escuela debe formar identidades sólidas, que no
comportan oposición entre unos y otros. De hecho, la
conciencia de la propia tradición y cultura es el punto
de partida para poder dialogar y reconocer la misma
dignidad en las otras personas.
c) Desarrollar el sentido de la propia conciencia me-
diante el hábito de meditar sobre las propias expe-
riencias, de reflexionar sobre los propios comporta-
mientos, de crecer en la autoconciencia, incluyendo
estrategias cognitivas y de formación no centradas en
la persona.
d) Respeto y comprensión de los valores de las otras
culturas. Las escuelas deben ser espacios de pluralis-
mo, en las que se aprende a dialogar sobre los signi-
ficados que las personas, de diferentes culturas, les
atribuyen a sus símbolos.
e) La escuela debe educar hacia la participación y la
responsabilidad. Estas no deben constituir un parén-
tesis en la vida, un lugar dedicado a desarrollar la
dimensión cognitiva. Respetando los tiempos de ma-
duración de cada uno de los estudiantes y su libertad
personal, las escuelas asumen la tarea de ayudarles
a comprender las realidades sociales y culturales de
la vida. También deben fomentar que los estudiantes
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asuman su responsabilidad con vistas a mejorar sus
realidades.
f) Un sistema de enseñanza que quiere ayudar a los
estudiantes a comprender la realidad de los otros no
puede ignorar el aspecto del encuentro. Al contrario,
la enseñanza tiene el deber de fomentar el dialogo,
así como los intercambios culturales y espirituales.
g) La composición multicultural de las aulas, deben
repensar los contenidos de enseñanza, los métodos
de aprendizaje, la propia organización interna, los ro-
les y las relaciones con las familias de diferentes gru-
pos culturales. Una oferta académica con perspectiva
intercultural propone a los estudiantes el estudio de
civilizaciones antes ignoradas o remotas y que ahora
requiere su atención y se les muestran más cercanas
gracias a los modernos medios de comunicación.
h) En el plano didáctico, las escuelas deben mostrar
su preocupación intercultural sin olvidar las dimen-
siones del aprendizaje cognitivo y relacional-afectivo.
Adicional a estas reflexiones, Vila (2013) afirma que la
escuela debe educar en el encuentro de la hermenéutica
diatópica, es decir, un trabajo de interpretación entre dos
o más personas de diferentes culturas con el objetivo de
identificar sus preocupaciones isomórficas y las diferentes
respuestas que proporcionan, esto parte de la idea de que
todas las culturas son incompletas y por tanto, pueden ser
enriquecidas por el diálogo. Por lo tanto, los principios de
una educación intercultural que busca el diálogo no de-
berían ser los valores esenciales en los que instruir, sino
procedimentales y actitudinales que reconozcan las apor-
taciones de los distintos interlocutores y creen vías para la
comunicación y el enriquecimiento intercultural.
Por último, la escuela debe abrirse a un dialogo de
saberes en forma intercultural con la comunidad. Comboni
y Juárez, (2013) afirman que la educación puede darse no
solo en la escuela sino también en la familia, la comuni-
dad, en espacios abiertos que en muchos casos trascien-
den el espacio escolar.
Pensar así la educación es reconocer que existen
contextos pluriculturales donde la educación obedece a
una cosmovisión y como tal requiere ser reconocida con un
pensamiento intercultural. En estos contextos existen sa-
beres que se van transmitiendo a las nuevas generaciones,
por lo cual se requiere establecer un dialogo de saberes
que complemente los de la escuela. A este punto Fornet
(1994) sostiene que se deben incorporar una constelación
de saberes y experiencias culturales que no han sido reco-
nocidos a lo largo de la historia. Estos podrían servir para
ese encuentro dialogal que la escuela debe promover.
Conclusiones
El pensamiento asimilacionista, en la educación in-
tercultural, aun presente en Venezuela y Latinoamérica,
precisa la promoción del dialogo intercultural caracteri-
zado por una apertura y comprensión recíproca entre los
diferentes miembros de las diversas culturas, enmarcado
en un concepto de educación que implique constante inte-
racción y procesos de encuentros donde el diálogo tome su
importancia ya que a través de este se logra comprender,
respetar, reconocer y desarrollar hacia el otro el valor de
la igualdad.
De la conjunción de estos elementos se origina la fu-
sión de horizontes la cual permite que la discriminación,
exclusión y prejuicios originados por el asimilacionismo
sean desterrados de los procesos sociales, económicos,
jurídicos y educativos. Una fusión de horizontes entre los
miembros de diversas culturas, tendiente a mejorar la con-
vivencia humana y a enriquecerse con la interculturalidad.
Lograr estas metas obliga a que la escuela deba promover
el diálogo intercultural, a través de los proyectos educati-
vos, y crear prácticas de convivencia donde los valores de
los sujetos, de pensamiento diverso, los ayuden a enfren-
tar al mundo.
En consecuencia, se requerirán escuelas intercultura-
les que logren que sus estudiantes permitan ser cuestio-
nados y cuestionar, en forma recíproca, para aperturarse y
comprender la diversidad cultural, de manera tal que debe
existir un esfuerzo para instaurar el diálogo intercultural,
en el sentido de aprender mutuamente, permitiendo que
las convicciones sean fecundas. Dialogar, en términos in-
terculturales, es buscar juntos desde un ángulo diverso, la
comprensión que haga posible un proceso mutuo e infinito
de aprendizaje, considerando el carácter dialógico de las
realidades que nos diferencias y nos asemejan.
Se necesita del otro, se necesita para crecer como in-
dividuos, como ciudadanos activos y responsables y esto
es lo que hay que transmitir en la escuela, hacer cons-
ciente esta necesidad, ese deseo del otro que permanece
escondido en lo más recóndito de nosotros mismos, bajo
la capa de una tradición que pretende no ser perturbada
pero que jamás ha dejado de serlo.
Nunca se es de manera fija y estancada, ni se es como
debemos ser, sino que estamos siendo, con otros que nos
complementan, que nos hacen dudar, que nos hacen avan-
zar o retroceder, pero siempre con otros que son tan di-
versos y múltiples en identidad como nosotros mismos y
que merecen toda nuestra atención, como nosotros mere-
cemos la suya. Desde este punto de vista el diálogo inter-
cultural se convierte en un instrumento pedagógico para
la educación.
Innovación y Gerencia Vol IX. Nº1. 2023
Recibido: 16-08-23. Aceptado: 29-09-23 90
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INNOVACIÓN Y GERENCIA
Revista científica arbitrada
Universidad Dr. José Gregorio Hernández
Maracaibo - Venezuela
Vol. IX. No. 1 Octubre 2023
ISSN 3005-5172 Publicación semestral
Depósito Legal: ZU2023000012
Tabla de Contenido
Editorial
Artículos
Chat GPT y su efecto en la producción científica de Panamá: Una Exploración
GPT Chat and its effect on the scientific production of Panama: An Exploration Summary
Dra. Rossi Salinas
Nuevo rol del docente universitario en tiempos de pandemia. Hacia una transformación educativa
New role of the university teacher in times of pandemic. Towards an educational transformation
Henry E. Barrera M
Metaverso, un recurso tecnológico en el proceso de enseñanza y aprendizaje
Metaverse, a technological resource in the teaching and learning process
Richard Añez
Neuroeducación, pedagogía sistémica y humanización de la educación desde la gerencia
Neuroeducation, systemic pedagogy and humanization of education from management
Maribel Alviarez
B- learning como estrategia educativa postpandemia en la Universidad Francisco de Miranda
B-learning as a post-pandemic educational strategy at the Francisco de Miranda University
Génesis Escobar
Capacitación inductiva y tecnológica hacia la modernización de la gestión del aprendiz
Inductive and technological training towards the modernization of apprentice management.
Miriam Peña
Desempeño del Tutor y su Incidencia en la Tesis de los Maestrantes
Performance of the Tutor and its Incidence in the Thesis of the Masters
Emilba González
Negociación de conflictos bélicos internacionales.
Negotiation of international war conflicts
Nilson Chirinos
Aproximación teórica de cómo gerenciar el conocimiento en las universidades
Theoretical approach of how to manage knowledge in universities
Orly Linares
Evolución de la Responsabilidad social empresarial a la Responsabilidad social Universitaria
Evolution of Social Responsibility: From the business vision to the university vision
Carlota Pulgar Terán
Ensayos
El diálogo intercultural en la Educación
Intercultural dialogue in education
Wuillian Jesús Palmar, Elizabeth Royero
Experiencias, Estudios y Reflexiones
Mi perspectiva y memorias
My perspective and memories
Oscar Naveda
La Universidad de los Valores. Una experiencia educativa inspirada en la vida del Dr. José Gregorio Hernández
The University of Values, An educational experience inspired by the life of Dr. José Gregorio Hernández
Juan Rincón, Gisela Quijada, Oslando Rivera
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