pese a los esfuerzos de la burguesía por aumentar su poder eco
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nómico-político, la clase trabajadora insiste en solicitar mayor
cantidad de reivindicaciones, lo que obliga a aquella a buscar
alianzas con la Iglesia. Así que, la burguesía anteriormente atea,
pues funda la educación laica, como ya se dijo en párrafos ante
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riores, ahora necesita de alianzas estratégicas, aun cuando esto
contradiga los principios iniciales; tiene mayores necesidades
materiales y lucha para consolidar su poder y su prestigio.
El capitalismo, aun “cuando no existe en forma ideal y pare
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ce no poder existir”, según Elliot (1973) mencionado por (Morles,
1988, p. 81), constituye un logro importante para la humanidad
en relación con otras estructuras sociales y económicas que le
precedieron. Marca el fin de la esclavitud y la servidumbre, ya que
consideran métodos degradantes de explotación; así logra conso
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lidar una manera más elegante desde el ángulo social y humano
de la misma explotación, pero ahora enmascarada con el argu-
mento de exaltar el derecho inalienable del hombre, a vender su
fuerza de trabajo por más dinero. Así, el maquinismo sustituye al
esclavismo y cambia al siervo en obrero. En este sentido, se obser-
va que la mitificación de la ciencia y de la técnica, es decir la “cre-
encia dogmática” es un poder cuyas formas insustituibles preten-
den lograr un mayor bienestar al hombre, y en consecuencia de la
llamada cultura occidental y capitalista.
En este orden de ideas, la evolución de la economía como in-
terpretación predominante de la realidad mundana incluye a la
educación y todo lo social, se complementa en la práctica con la
degradación ambiental, las posibilidades de una nueva guerra
mundial, el crecimiento del desorden o desorientación moral que
produce pérdida de confianza en las normas sociales, con una cri
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sis de solidaridad entre los miembros de una sociedad y la aliena
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ción generalizada. En tal sentido, el éxito del capitalismo en el
mundo moderno, permite la caída de la tesis del progreso como
necesidad de la humanidad y como axioma de la Filosofía de la
Historia (Ballesteros, 2000). Sin embargo, el fracaso de la ideolo
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gía del progreso resulta inevitable y como centro de gravedad de la
modernización tecnocrática, es interpretado bajo argumentos di
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símiles y una perspectiva muy somera.
En virtud de lo dicho, se reafirma con Morles (1988), que en
cuanto a que el capitalismo es un sistema económico-político po
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deroso y tiene carácter internacional, en el cual Estados Unidos,
es el mayor representante y el centro de acopio de la producción
de nuevas tecnologías, que incluye información y comunicación.
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______________________________________ Innovación y Gerencia. Vol. II. Nº 1, 2009