mientos y controles, acostumbrándose a vivir con un notable gra
-
do de riesgo trazado a partir de las necesidades de la comunidad;
y sobre todo, una de las características esenciales de los verdade
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ros líderes es la generación de credibilidad y confianza (Ferrer y
Clemenza, 2003) que garantice la transparencia institucional.
En suma, para ser eficaces los líderes éticos deben empezar
por dejar a un lado el pensar individualmente, recurriendo a la
conducta moral de siempre regirse por medio de valores inspirado
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res y que resalten su real vocación de servicio. La dificultad está en
el imperativo siempre; para ser eficaces los líderes deben mantener
congruencia, esto se traduce en la confianza necesaria para gene
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rar cambios por la participación en la ciudadanía involucrada.
Según Ferrer y Clemenza (2003), se plantea que la forma
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ción del líder ético universitario, esté centrada en una educa
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ción para dirigir y merecer seguidores, además reúna de alguna
forma un conjunto de energías interrelacionadas, claves para
definir roles como: el social del educador, consejero, comunica-
dor y negociador.
Sen (2002) propone que un líder producto de la credibili-
dad debe poseer, capacidades, conocimientos y aptitudes, ca-
paces de otorgar respuesta a una visión compartida con el ciu-
dadano, que quiebra la alianza histórica entre la sociedad de
mercado, el Estado y la democracia, para sustituirla por la inte-
rrelación basada en la cooperación y la comunicación. Estos
aspectos deben ser estudiados por el nuevo líder, teniendo
como elementos claves el análisis de la incertidumbre, la com
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plejidad y el dinamismo, condiciones permanentes en la direc
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ción de las organizaciones de hoy.
Otros autores contrastan las tendencias anteriores, bajo la
hipótesis de que el siglo XXI anuncia la llegada de la proactividad
del individuo. Bridges (1998) habla de líderes sin puestos de tra
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bajo, pero Gibson, Ivancevich y Donelly (1999) plantean como
cuestión de debate la desaparición en el próximo siglo de los líde
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res y el incremento de la labor en equipo, para producir mejores
resultados con la cogestión de los actores involucrados.
Se propone para la discusión, como los líderes al comprome
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ter sus convicciones a diario, generan la necesidad de un nuevo
dirigente, que interprete como norte su conexión con una comu
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nidad de futuro centrada en guías sin puesto, representados por
un funcionario común en cualquier espacio de la organización.
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Inserción del líder ético dentro de la comunidad educativa universitaria
Juliana Ferrer Soto, Caterina Clemenza y Fedra Colmenares ________________________