del gesto (Rubinelli, 2002, Fornet, 2003). Es una comprensión re-
cíproca entre los participantes, entendida en el sentido de fusión
de horizontes, sin renunciar a sus propias posiciones, las cuales
pueden ser culturalmente inconmensurables, pero orientadas a
la construcción de significados más o menos compartidos por to-
dos; se desarrollan en el tiempo e implican una tolerancia y respe-
to por las diferencias individuales (Palmar, 2002).
Este diálogo intercultural debe superar los prejuicios frente
a otras formas de pensar y conocer, las cuales supuestamente no
son racionales, como por ejemplo los saberes mitológicos de los
indígenas, pero que en realidad contienen gran sabiduría.
En la educación intercultural se deben integrar otras expe-
riencias y pensamientos alternativos que complementen la volun-
tad de diálogo. Se trata de aprovechar toda la experiencia cogniti-
va de la humanidad e integrar las tradiciones culturales de cada
uno de los grupos sociales de Venezuela, incluyendo por supues-
to a los indígenas y afrodescendientes.
Desde este punto de vista, se puede decir que en la educación
intercultural también juega un papel importante la contextualidad
(Fornet, 2007). Se debe aprender no son sólo ideas, sino también
contenidos que conduzcan a la apertura de otras lecturas e inter-
pretaciones; sin embargo, esta propuesta incluye compartir vida,
memoria, historia e incluso proyectos. Por tanto, el reto de la educa-
ción intercultural es contextualizar, mediante métodos de aprendi-
zaje, contenidos de enseñanza y maneras de saber, que no sólo per-
miten la ubicación geográfica en el lugar, sino en los procesos histó-
ricos de etnias y pueblos (Gutiérrez y Márquez, 2004).
Este fenómeno justificaría, el manejo del concepto de educa-
ción propia que plantea Monsoyi (2004), quien afirma el deseo de
los pueblos originarios de Venezuela de recibir una enseñanza
basada en su idioma, cultura, cosmovisión y valores propios, pero
comprendiendo también aquellos contenidos de la educación bá-
sica tradicional como la lengua española, las ciencias naturales y
sociales, las matemáticas; en fin, las disciplinas que resulten im-
prescindibles para la formación del educando, permitiendo a los
estudiantes adquirir competencias interculturales.
La educación intercultural también intenta promover ciertos
valores éticos como son: la tolerancia, el respeto y la convivencia.
El valor de la tolerancia es concebido como la consideración que
merece el otro, a pesar de ser calificado como desigual, justamente
porque sostiene puntos de vista no compartidos por todos, pero de
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Nuevos retos de la educación intercultural en Venezuela
William Jesús Palmar _______________________________________________________