Innovación y Gerencia. Revista científica arbitrada
Vol. IV. Nº. 2, Octubre 2011, pp. 11 - 31
UJGH · ISSN 1856-8807
Competencias cardinales en gerentes
educativos de institutos universitarios
privados
Daniel Romero*
Resumen
El propósito de este artículo es determinar las competencias cardinales
de los gerentes educativos en los institutos universitarios privados; se
centra en los postulados de autores como: Álvarez (2002), Alles (2005),
Roger (2002), entre otros. El tipo de investigación es descriptiva; con di-
seño no experimental de campo. Se aplicó un censo poblacional para la
selección de la muestra, el cuestionario fue aplicado a los supervisores de
las coordinaciones de áreas, cuyos resultados muestran la presencia de
características subyacentes. Se concluye que los supervisores de la coor-
dinación de áreas con frecuencia ponen en práctica principios éticos. La
responsabilidad está firmemente confirmada y existe presencia de inte-
gridad y asertividad frente a su ejercicio profesional en los institutos uni
-
versitarios privados.
Palabras clave: Competencias cardinales, gerentes educativos, institu
-
tos universitarios privados.
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Recibido: 29-05-11. Aceptado: 14-07-11
* Magíster en Gerencia Empresarial (URBE, 2008). Ingeniero en Informática (URBE, 2000). Coordina
-
dor del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas en Ingeniería de la Universidad Dr.
José Gregorio Hernández (CICTEI). Profesor de la Universidad Dr. José Gregorio Hernández y de
la Universidad NacionalExperimental Politécnica de la Fuerza Armada Nacional (UJGH, UNEFA).
Correo electrónico: daniel.romero@ujgh.edu.ve.
Cardinal Competences in Educational Managers
for Private University Institutes
Abstract
The purpose of this article is to determine the cardinal competences for
educational managers at private university institutes. Research is cen
-
tered on the postulates of authors such as Álvarez (2002), Alles (2005)
and Roger (2002), among others. The research is descriptive, with a non-
experimental, field design. A population census was used to select the
sample; a questionnaire was applied to area coordination supervisors
whose results showed the presence of underlying characteristics. Con
-
clusions were that the area coordination supervisors frequently put ethi
-
cal principles into practice. Responsibility is solidly confirmed and integ
-
rity and assertiveness exist in relation to their professional exercise in
private university institutes.
Keywords: Cardinal competences, educational managers, private uni-
versity institutes.
Introducción
Desde hace algún tiempo, el concepto de desarrollo basado
en competencias ha tomado un gran interés. Desde el perfeccio-
namiento de personal técnico hasta el del liderazgo en gerentes en
instituciones educativas a nivel superior. Todas estas estrategias
son necesarias para competir en un mundo globalizado, tecnifica
-
do y rápidamente cambiante. Se entiende entonces la necesidad
de que las organizaciones se preocupen por crear una base de
competencias claves y cardinales.
En atención a lo recién señalado, las competencias son los
comportamientos asociados a la experiencia, conocimientos y ca
-
pacidades emocionales presentes en el desempeño laboral a nivel
de la gerencia empresarial. En el entorno laboral, algunos de los
términos asociados son: tareas, resultados, efectividad, caracte
-
rísticas personales, destrezas y actitudes.
En ese contexto, se define el término competencias como la
combinación de habilidades, conocimientos y conductas que son
importantes para el éxito de la organización. La parte final en la
definición resalta el verdadero valor de las competencias como un
concepto de herramienta gerencial para las políticas y programas
de gerencia empresarial, las cuales son el puente entre lo que la
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organización quiere alcanzar (su estrategia) así como los modos
específicos de llegar a tal objetivo (su implementación).
Por tal razón, para alcanzar las metas formativas en este ni
-
vel docente, se requiere delinear un plan para modificar o refor
-
mar una circunstancia existente, hecho que implica el propósito
del individuo de actuar, es decir, determinar con certeza lo que se
desea ejecutar, en función del crecimiento personal, lo cual se de
-
nomina competencia; dicha condición amerita una estrecha rela
-
ción con el desempeño profesional, al planear, regir, organizar y
regular su labor como un plan de vida presente en la realidad del
siglo XXI; determinando anticipadamente los resultados a obte
-
ner, además de la inversión de esfuerzos en conjunto, de líderes y
de una comunidad para lograr las metas.
Bajo este marco de referencia, este artículo se orienta a de
-
terminar las competencias cardinales de los gerentes en los insti-
tutos universitarios privados, por ser los regentes orientados a di-
rigir un proceso cuya estrategia sea el fortalecimiento de las orga-
nizaciones, específicamente educativas, desde una perspectiva
social, pedagógica y administrativa. En primer lugar, se exponen
conceptos de competencias cardinales, reflexionando sobre la im-
portancia que tienen las mismas para conducir las misiones pro-
fesionales prefijadas. Seguidamente, se hace un esbozo de las
principales competencias cardinales que caracterizan al gerente
educativo, haciendo alusión específica a la relación existente con
su cotidianidad en el trabajo.
Asimismo, se mostrarán los resultados obtenidos del tra
-
bajo de campo desarrollado, teniendo como escenario los insti
-
tutos universitarios privados de Maracaibo, a fin de exponer su
análisis y discusión respectiva, contrastada con el sustento
teórico que respalda la investigación. De igual manera, se pre
-
sentan las consideraciones finales puntualizando el hecho de
que la acción educativa se consolida a través de las experien
-
cias o procesos aprendidos a través de la vida y actividades
compartidas en estos recintos de formación, mediante compor
-
tamientos repetitivos, con una orientación que facilita la utili
-
zación de estos saberes en la realidad social en la que se envuel
-
ven los sujetos inmersos en el sistema educativo para lograr los
resultados que se esperan.
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1. Fundamentación teórica
El presente artículo hace referencia a diferentes aportes teó
-
ricos, basados en una recopilación de ideas y conceptos en rela
-
ción con las competencias cardinales, su tipología, entre otros as
-
pectos desarrollados por diversos investigadores, lo cual dará
sentido a la problemática planteada y servirá como fuente para
futuras investigaciones.
1.1. Competencias cardinales
Las competencias cardinales también reciben el nombre de
competencias genéricas. Según Hay Group (2004), éstas son
comportamientos o conductas sostenidas con las que una perso
-
na afronta de manera efectiva sus problemas cotidianos y maneja
y modifica su entorno más próximo. Son aprendidas y desarrolla
-
das por las personas a través del estímulo social recibido, de pro-
cesos de formación, reforzamiento social, además de la experien-
cia adquirida a lo largo de la vida.
Por su parte, Benavides (2002) define las competencias car-
dinales como una serie de características requeridas por los indi-
viduos que pueden generalizarse en una institución, entidad,
consorcio, sector o estado. En este sentido, su principal generali-
dad está orientada a fortalecer la identidad, al considerar que na-
cen de las políticas y los objetivos de la organización.
Para Vera (2007), este tipo de competencias son el conjunto
de características asociadas con el desempeño superior en un ni
-
vel o área organizacional, que son observables, se aplican al tra
-
bajo y ayudan a la organización a lograr los objetivos. Para con
-
ceptualizar, considerando lo reflejado por los citados autores, las
competencias cardinales se refieren a las características, cualida
-
des y atributos del hombre que indican la forma de comportarse o
pensar, permitiendo lograr un buen desempeño en su trabajo o
ante cualquier actividad específica.
1.2. Tipos de competencias cardinales o genéricas
Las competencias genéricas aplicables a los gerentes educa
-
tivos representan su esencia y permiten alcanzar la visión organi
-
zacional. Para efectos de este artículo, se describen las siguientes:
Ética: La palabra ética proviene del griego ethos, cuyo signi
-
ficado es costumbre y su connotación se relaciona con la palabra
moral proveniente del latín mos, moris que también significa cos
-
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tumbre, según Fabelo (2000). Aunque ambos términos están su
-
jetos a diversos convencionalismos de acuerdo con cada autor,
época o corriente filosófica, en el caso particular, las dos palabras
se refieren a la orientación hacia un fin y una concreta voluntad;
es decir, se trata del deber ser. El citado autor comenta que exis
-
ten muchas costumbres buenas, denominadas virtudes y otras
malas, como los vicios, por tanto, como ética y moral, etimológica
-
mente significan lo mismo, la definición nominal de ética sería la
ciencia de las costumbres.
De acuerdo con los planteamientos del autor, lo que con cer
-
teza le concierne a la ética es estudiar la bondad o maldad de los
actos humanos, sin atender otros enfoques. En consecuencia, se
puede precisar que dichos actos representan el objeto material de
estudio y la bondad o maldad su objeto formal. Sobre la base de las
consideraciones anteriores, se puede afirmar que la ética posee
dos aspectos, uno de carácter científico y otro de carácter racional.
Según lo expresado, el carácter científico está fundamenta-
do en que la ética es una ciencia, es decir, “un paradigma funda-
mentado, porque establece un modelo universal o patrón de com-
portamiento de la realidad y puede decir cómo se va a comportar
dicha realidad” (Fabelo, 2000), por tanto, logra predecir el com-
portamiento de un objeto debido a que proporciona el modelo bajo
el cual actúa; así pues, la ciencia no indica el comportamiento de
un objeto sino cómo debe actuar. Mientras que el carácter racio-
nal viene dado por el uso de la razón, es decir, la ética no es una
ciencia experimental sino racional, al fundamentar sus modelos
por medio de la razón, la cual provee de las causas y el porqué de
la bondad en una conducta realizada.
Cabe agregar que la ética, según Álvarez (2002), es toda cien
-
cia que posee un método por medio del cual se tiene amplio cono
-
cimiento de la conducta humana. Además, en ella están implíci
-
tos los siguientes pasos:
a. Observación: paso propio del método científico; va más allá de
acercarse al hecho real y percibir a través de los sentidos en
forma profunda.
b. Evaluación: a partir de la percepción del acto por medio de la
observación, se emite un juicio de valor moral, tratando de
catalogar el acto observado dentro de las categorías morales
previamente constituidas, tales como: honesto, obligatorio,
bueno, amable, recomendable, entre otros.
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c. Percepción axiológica: en este aspecto se trata de descubrir
en forma personal los valores que todavía no se han
descubierto o percibido en este acto estudiado, dando un
valor de acuerdo con una escala establecida.
Al relacionar la ética con las competencias, Alles (2005) afir
-
ma que es el sentir y obrar consecuentemente, tanto en la vida
profesional o laboral como en la vida privada, con valores mora
-
les, buenas costumbres y prácticas profesionales, respetando las
políticas organizacionales, aún en forma contraria a supuestos
intereses propios o del sector u organización al que pertenece.
Dentro de ese marco, formar competencia ética es crear la
capacidad de tomar decisiones autónomas en función de valores
en vista a la felicidad personal y social. Además, conlleva a una
orientación hacia la comprensión de la vida en clave de libertad.
Se trata de formar un juicio moral que sea a la vez autónomo, soli-
dario, universal, propio y humano. Para Cardona (2001), integrar
competencia ética significa enmarcarse en las disciplinas: ética fi-
losófica, lógica, derecho, política, psicología, sociología, así como
antropología, configurando interdisciplinariamente este campo
con contenidos propios que conforman un corpus susceptible de
constituirse en un espacio curricular independiente.
En este mismo orden y dirección, en el trabajo consciente so-
bre la sensibilidad, que por la convivencia con los valores ejerci-
dos permite reconocer lo bueno y lo malo, formar competencia éti-
ca es establecer competencia estética, criterio estético, al consi
-
derar que lo bello es la aparición de lo bueno. Por ende, aprender a
discernir el bien implica comprender las formas del bien.
Adicionalmente, se agrega que las competencias éticas sig
-
nifican formar en la constitución de una tesitura de distanciación
progresiva frente a las cosas, personas, instituciones, los propios
actos y actitudes, permitiendo juzgarlos críticamente desde los
valores; así como una integración progresiva de los distintos ám
-
bitos y niveles de la propia vida hacia la configuración de una cier
-
ta coherencia entre lo que se piensa, dice, hace, desea.
Siguiendo los lineamientos de Herrero (2000), la ética es
concebida como competencia laboral, demandada no sólo a nive
-
les de reclutamiento de personas sino, principalmente, constitui
-
da como un eje del posicionamiento de las empresas. En definiti
-
va, los valores, las virtudes y su efectiva aplicación a la gestión
son considerados factores de rentabilidad.
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En efecto, para el citado autor, la ética no es un tema acadé
-
mico o una abstracción filosófica, sino un conjunto de acciones
orientadas a un fin; es la perfección de la naturaleza humana. Si,
en general, el mundo de lo económico ha funcionado, se ha debido,
en gran parte, a la vigencia de comportamientos éticos positivos al
menos en un número suficiente de personas. Es decir, teniendo re
-
lación la ética con las acciones humanas, desde luego que afecta a
aquellas que atañen al mundo del trabajo y, por ende, del lugar
donde hoy éste se desarrolla preferentemente: la empresa.
En ese mismo sentido, se destacan los comportamientos co
-
tidianos establecidos por Alles (2005), con respecto a los valores
morales, las buenas costumbres y prácticas profesionales. De
igual manera, estructura la visión y misión organizacional sobre
la base de valores morales y establece un marco de trabajo que
respeta tanto las políticas de la organización como los valores mo-
rales, las buenas costumbres, además de las buenas prácticas
profesionales. Este modelo en el mercado así como en la empresa,
es reconocido por promover la fidelidad a los principios, tanto en
lo laboral como en todos los otros ámbitos de la vida; asimismo,
prioriza valores y buenas costumbres, aún por sobre intereses
propios del sector u organización.
Responsabilidad: Al hablar de este valor, hay que destacar
que la actuación en el plano personal proviene de muchas fuentes
predecibles e imprevistas, implicando esto asociarse, participar y
comprometerse. Mientras que la responsabilidad social necesita
de lo antes señalado, sumado a la justicia, humanidad y respeto
por los derechos de todos los seres humanos, lo cual conduce a
tratar de consolidar el beneficio de todos sin distinción.
Según Alles (2005), conceptualmente, la responsabilidad
para algunos es interpretada como una carga y no consiguen per
-
cibirla como un asunto relevante. Además, pretenden proyectarla
como si fuera el problema de otros. En este sentido, un individuo
responsable se caracteriza por ser perseverante y actúa en fun
-
ción de desempeñar el deber que se le atribuyó, persistiendo su fi
-
delidad ante la meta propuesta. Cabe agregar que al existir la con
-
ciencia de ser un instrumento, o un facilitador, la persona perma
-
nece neutral y flexible en su papel. Permanece desapegada, pero
con un claro entendimiento de lo que se necesita hacer. Sin em
-
bargo, cuando se interpreta un papel con precisión seguido de la
efectividad se siente satisfacción por haber realizado una contri
-
bución significativa.
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Según Rogers (2002), la responsabilidad, a menudo, necesi
-
ta de la humildad para contribuir con la superación de los obstá
-
culos instaurados por el ego. Por ejemplo, quien actúa responsa
-
blemente no controla los resultados; además, tiene la sensatez de
determinar el momento en el cual debe delegarse un compromiso
a otro. Una de las limitaciones es estar excesivamente apegado a
la responsabilidad; lo cual conlleva a la preocupación, inquietud
y miedo, lo cual puede causar un efecto paralizante en la toma de
decisiones y conducir a consecuencias indeseables.
Dentro de este marco, la responsabilidad es cumplir con el
deber de asumir las consecuencias de los actos cometidos. En el
contexto de la antigüedad, la responsabilidad era concedida a
todo tipo de objeto (animales, cosas inertes, fenómenos natura
-
les, muebles). De dicha época proviene el sentido de responsabili
-
dad como causalidad.
Por su parte, Acosta (2008) expone que la responsabilidad es
un valor que está en la conciencia de la persona, que le permite re-
flexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de
sus actos, siempre en el plano de lo moral. Luego de que se ubica
en el plano ético (puesta en práctica), permanecen estas cuatro
nociones para instaurar la dimensión de dichas acciones y en-
frentarlas de manera integral, en pro del mejoramiento laboral,
social, cultural y natural.
Ahora bien, el autor expone que ser responsable también
significa tratar de que todos los actos sean realizados de acuerdo
con una noción de justicia y de cumplimiento del deber en todos
los sentidos, tomar decisiones conscientemente y estar en la ca
-
pacidad de dar respuesta de los propios actos. De esta manera,
para que exista responsabilidad, las acciones han de ser realiza
-
das libremente.
Para Méndez (2001,b), la responsabilidad conlleva a admi
-
nistrar con eficacia el tiempo y los recursos para obtener el máxi
-
mo beneficio, ajustándose a los cambios necesarios. En este sen
-
tido, la decisión de ser responsable por el bienestar social incita a
ejecutar acciones de manera altruista. Al admitir la responsabili
-
dad en pro de los derechos de los demás, debe planificarse el valor
de todos los medios: físicos, mentales y espirituales. Esto com
-
prende considerar los recursos acumulados, disponibles, ade
-
más de su uso eficiente y equitativo. Por ende, la poca atención,
desidia, codicia, entre otros factores, incitan a no sólo que ciertas
personas o algunas zonas no reciban nada, que otras no reciban
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lo suficiente o en exceso, sino también a la pérdida innecesaria de
vidas humanas y de recursos naturales.
Conforme a Gandol (s.f) cuando el propósito de una acción es
mejorar a una persona o al mundo y se admite dicha responsabili
-
dad, se requiere de un sistema de apoyo interno que garantice la
asimilación de las cualidades esenciales, además de su puesta en
práctica. Esto es esencial, principalmente para los padres, educa
-
dores, líderes, así como para quienes ejercen roles significativos
en distintas disciplinas y se convierten en modelos de conducta.
Un principio del aprendizaje según Méndez (2001,b), es ob
-
servar la conducta, la experiencia de la vida real de lo que se ad
-
mira y respeta. Por tanto, es preciso para quienes son modelos el
reconocer y enaltecer la responsabilidad de “ser ejemplo”. Cuanto
más importante sea su rol, mayor debe ser su preocupación por el
mensaje que se difunde, así como por el impacto del mismo en las
vidas de los demás.
De igual manera, Alles (2005) califica la responsabilidad
como una competencia asociada al compromiso con el que las
personas realizan las tareas encomendadas. Su interés por la eje-
cución de lo asignado está por encima de sus propios intereses.
Según esta autora, los comportamientos habituales frente a ta-
reas asignadas son los siguientes:
a. Se fija altos objetivos que siempre cumple, autoerigiéndose
plazos y mejorando la calidad del trabajo o proyecto asignado.
b. Modifica con buena predisposición la organización de sus
tiempos para cumplir con las tareas encargadas.
c. Prefiere organizar, en primer lugar, sus tareas y luego distri
-
buir el tiempo libre que pueda dedicarle a otras actividades.
d. Muestra amplia disponibilidad ante el objetivo propuesto.
e. Antepone el trabajo a las actividades personales, aún sin que
se le pida y evalúa atinadamente las ocasiones donde se re
-
quiere de su esfuerzo extra.
Siguiendo a Alles (2005), la responsabilidad asociada al
compromiso con las tareas encaradas; puede relacionarse con el
grado de dedicación que el candidato o evaluado mantuvo duran
-
te la cursada de su carrera o grado. Si el postulante posee expe
-
riencia laboral, es un factor a considerar contrastado con un pro
-
medio universitario y tomando en consideración la seriedad con
la que asumió su trabajo.
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Dentro de este marco, la misma autora se refiere a la respon
-
sabilidad personal como la capacidad de poner el acento en la res
-
ponsabilidad basada en objetivos acordados mutuamente. Acre
-
centar los resultados positivos de los profesionales que están mo
-
tivados por el nivel de contribución y control que pueden aportar
personalmente a la compañía. Las competencias del conocimien
-
to, para la autora, se relacionan y potencian mutuamente.
Integridad: La palabra integridad, según Rogers (2002), vie
-
ne de la misma raíz latina que entero y sugiere la totalidad de un
individuo. Una persona de integridad vive correctamente, no está
dividida, es la misma persona en privado o en público, es aquella
que no se queda en una sola actividad, por el contrario se mueve
por las distintas áreas del conocimiento. Asimismo, la integridad,
como cualidad personal, se refiere a la total o amplia gama de ap
-
titudes poseídas.
La integridad personal, como derecho fundamental, tiene vin-
culación con el derecho de todo ciudadano a no ser cuerpo de vul-
neraciones físicas. Aunado a la libertad individual o personal, se
conceptualiza el término, protegido jurídicamente a través de la ac-
ción de Habeas Corpus. Ossorio y Caballenas (2008) indican que
sería la manera de manejarse racionalmente con los valores perso-
nales y compartidos con la comunidad a la cual se pertenece.
Según Rogers (2002), el derecho a la integridad personal es
aquel derecho humano fundamental y absoluto que tiene su ori-
gen en el respeto a la vida y sano desarrollo de ésta. Tiene relación
con el resguardo de la persona, tanto físico (preservación de todas
las partes y tejidos del cuerpo, lo que conlleva al estado de salud),
como mental (conservación de todas las habilidades motrices,
emocionales e intelectuales).
Asimismo, la Universidad Sergio Arboleda (s.f), señala que ei
-
dad va a suponer una estructura que pone por encima de todo lo
demás, incluso sobre el derecho positivo en vigor, los valores bási
-
cos desprendidos de esta concepción de integridad, que incluirán
justicia, imparcialidad, equidad, en un peligroso equilibrio con las
normas del Ordenamiento Jurídico. En virtud de lo anterior, al ha
-
blar de la integridad moral se hace referencia al derecho que todo
ser humano tiene para desarrollar su vida de acuerdo con sus con
-
vicciones, esto implica que nadie puede ser lesionado o agredido
-
sicamente, ni ser víctima de daños mentales o morales impidiendo
conservar su estabilidad psicológica.
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Según Alles (2005), integridad es hacer referencia a obrar
con rectitud y probidad. Es actuar en consonancia con lo que
cada uno dice o considera importante. Incluye comunicar las in
-
tenciones, ideas, sentimientos abierta y directamente, estar dis
-
puesto a actuar con honestidad incluso en negociaciones difíciles
con agentes externos. Las acciones de las personas son coheren
-
tes con lo que dice.
Según la autora antes citada, existen unos comportamientos
cotidianos en relación con las ideas, intensiones y sentimientos,
aún frente a negociaciones difíciles con agentes externos para ge
-
nerar integridad, entre esos se pueden mencionar: orienta y realiza
su trabajo en base a valores, genera equipos de trabajo orientado
por valores, acepta los riesgos o costos de su honestidad. Establece
relaciones laborales o comerciales sobre la base de sus principios,
del respeto, sus acciones son congruentes con sus dichos.
Dentro del marco de estas ideas expuestas por los autores se
comparte que este valor fundamental incluye comunicar las in-
tensiones, ideas, sentimientos, abierta y directamente, estar dis-
puesto a actuar con honestidad incluso en negociaciones difíciles
con agentes externos. Queda fuera cualquier manifestación de
doble discurso como “haz lo que digo pero no lo que hago”, actitud
frecuente en muchos manager.
Asertividad: Es un concepto aportado por la psicología mo-
derna a la comprensión y mejora de las relaciones sociales. Se de-
fine según Rogers (2002), como una conducta que permite a una
persona actuar con base a sus intereses más importantes, defen
-
derse sin ansiedad, expresar cómodamente sentimientos hones
-
tos o ejercer los derechos personales, sin negar los derechos de los
otros. Compromete la capacidad de luchar por los propios dere
-
chos, de expresar pensamientos y creencias en forma directa y
apropiada, sin violentar los derechos de los demás.
Según Pérez (s.f.), las características básicas de la persona
asertiva son: libertad de expresión; comunicación directa, ade
-
cuada, abierta y franca; además de facilidad de comunicación en
toda clase de personas. Asimismo, su comportamiento es respe
-
table y acepta sus limitaciones.
De la misma manera, la persona asertiva suele defenderse
bien en sus relaciones interpersonales. Está satisfecha de su vida
social, tiene confianza en misma para cambiar cuando necesite
hacerlo. Es expresiva, espontánea, segura, capaz de influenciar a
los otros. En el mismo orden de ideas, Goleman (2000) opina que
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la asertividad es expresión directa de los propios sentimientos,
deseos, derechos legítimos y opiniones, sin amenazar o castigar a
los demás, sin violar los derechos de esas personas; implica res
-
peto hacia uno mismo al expresar necesidades propias y defender
los propios derechos, respeto hacia los derechos y necesidades de
las otras personas.
La asertividad laboral, según Núñez (2002), tiene como obje
-
tivo dotar a los sujetos de las habilidades necesarias para desen
-
volverse eficazmente en un medio social y laboral normalizado.
Esto implica procurar una adecuación entre el mensaje verbal y
no verbal. Desarrollar las habilidades necesarias para iniciar,
mantener, finalizar conversaciones, aprender a expresar las opi
-
niones, peticiones de forma asertiva y negarse a aquello que no se
desea realizar. Aprender a hacer críticas pero también a aceptar
-
las, desarrollar la capacidad para expresar, además de recibir va-
loraciones, disminuir la ansiedad social así como laboral.
Como complemento a lo planteado por los autores, la aserti-
vidad se trata de una capacidad de comunicación, donde el pen-
samiento se manifiesta libremente, sin miedo a que los demás no
compartan lo que se piensa (aquí la importancia de los derechos
asertivos) y respetando los sentimientos y los derechos de los de-
más (si no se respeta se emite comunicación agresiva). Pero, el
concepto más preciso de la comunicación asertiva es la pérdida
de miedo durante la comunicación.
2. Metodología
El presente artículo basa su metodología en una investiga
-
ción descriptiva, ya que según Hernández, Fernández y Batista
(2006), los estudios descriptivos buscan especificar las propieda
-
des importantes de personas, grupos, comunidades o cualquier
otro fenómeno sometido a un examen exhaustivo. A su vez, Arias
(2004) plantea que las investigaciones de este tipo consisten en la
caracterización de un hecho, fenómeno o grupo con el fin de esta
-
blecer su estructura o comportamiento.
El diseño se centró bajo el enfoque no experimental presen
-
tado por Hernández, Fernández y Batista (2006), debido a que la
misma se realizó sin manipular deliberadamente la variable en
estudio, es decir, en este tipo de diseño, el investigador observa
los fenómenos tal como están ocurriendo en la realidad y analiza
su comportamiento dentro del entorno que lo rodea.
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De acuerdo con la estrategia a utilizar, este proceso de inves
-
tigación se consideró de campo, y según Márquez (2000), es
aquella que se realiza en el propio lugar en donde se desarrollan
los acontecimientos. Asimismo, Arias (2004) la define como la re
-
colección de datos directamente de los sujetos investigados o de la
realidad donde ocurren los hechos (datos primarios), sin manipu
-
lar o controlar variable alguna.
Según los autores citados, este estudio adoptó la forma no
experimental transversal descriptiva por permitir recolectar da
-
tos en un solo momento, en un tiempo único, cuyo objetivo es in
-
dagar la incidencia y los valores en que se manifiesta la variable
competencia gerencial. En este sentido, Hernández, Fernández y
Batista (2006), plantean que el procedimiento presentará un pa
-
norama del estado de la variable en estudio en uno o más grupos
de personas, objetos o indicadores en determinado momento.
Para obtener la data necesaria con la cual se dará base cien-
tífica a la investigación, se necesita una fuente de información.
Esta se encuentra en la población, definida por Chávez (2004)
como el universo total de la investigación sobre la cual se genera-
liza el resultado del estudio.
En este orden de ideas y para efectos del presente estudio, la
población estuvo constituida por los supervisores de coordinacio-
nes de áreas de los diversos institutos universitarios privados del
municipio Maracaibo, del estado Zulia. Asimismo, se aplicó el
censo poblacional, estudiando cada uno de los elementos que
conforman la información, donde las unidades de observación se
encuentran claramente definidas (29 personas), ya que como se
-
ñala Tamayo y Tamayo (2002), el censo poblacional es la muestra
en la cual entran todos los miembros de la población, tal como se
observa en la Tabla 1.
En cuanto a la técnica, para este estudio se empleó la en
-
cuesta, definida por Arias (2004), como aquella que pretende ob
-
tener información suministrada por un grupo o muestra de suje
-
tos acerca de mismos, o en relación con un tema en particular.
Sin embargo, Méndez (2001,a) señala que la encuesta permite el
conocimiento de las motivaciones, actitudes y opiniones de los in
-
dividuos con relación a su objeto de investigación.
Por otra parte, para realizar la recolección de información se
utilizó como instrumento el cuestionario, el cual es considerado
por Arias (2004), como la modalidad de encuesta que se realiza de
forma escrita mediante un instrumento o formato en papel con
-
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tentivo de una serie de preguntas. En este sentido, el cuestionario
que sirvió de instrumento para recolectar datos fue de preguntas
cerradas; tipo escala de frecuencia, con frecuencias absolutas y
relativas; con cuatro alternativas de respuestas (siempre, casi
siempre, casi nunca, nunca).
Este instrumento estuvo dirigido a los supervisores de coordi
-
naciones de áreas de los institutos universitarios privados del muni
-
cipio Maracaibo del estado Zulia, cuya validez se realizó con el propó
-
sito de constatar si los reactivos son congruentes con el contexto teó
-
rico, basándose en discernimiento y juicios independientes entre ex
-
pertos en la materia, quienes aportaron sus observaciones.
Luego de culminar la aplicación del instrumento a la población
seleccionada, se procedió a depurar el mismo como fase previa al aná
-
lisis de datos. Durante el tratamiento estadístico, los resultados se es
-
tudiaron en relación de los objetivos generales y específicos que orien
-
tan esta investigación. Según Tamayo y Tamayo (2002), la tabulación
es una parte del proceso técnico en análisis estadístico de los datos;
24
Competencias cardinales en gerentes educativos de institutos universitarios privados
Daniel Romero_____________________________________________________________
Tabla 1
Distribución de la Población
INSTITUCIÓN Supervisores de
Coordinaciones de Áreas
Instituto Universitario Jesús Enrique Lossada
(IUJEL)
3
Instituto Universitario de Educación Especializada
(IUNE)
3
Instituto Universitario de Tecnología Antonio José
de Sucre (IUTAJS)
4
Instituto Universitario de Tecnología Juan Pablo
Pérez Alfonzo (IUTEPAL)
2
Instituto Universitario de Tecnología Pedro Emilio
Coll (IUTPEC)
3
Instituto Universitario de Tecnología Readic Unir
(UNIR)
4
Instituto Universitario de Tecnología Industrial
Rodolfo Loero Arismendi (IUTIRLA)
5
Instituto Universitario Pedagógico Monseñor
Arias Blanco (IUPMA)
5
TOTAL 29
Fuente: Romero (2011).
mientras que para Méndez (2001,a), implica el ordenamiento de
la información, la cual al ser procesada, cuantificada por ítems,
agrupada por variables, permite la presentación en tablas, utili
-
zada luego en la interpretación y el análisis.
En este sentido, se asumió un tratamiento estadístico des
-
criptivo, caracterizándose por obtener una visión global de todo el
conjunto de datos, agrupándolos en distribución de frecuencias
absolutas y porcentajes, las cuales fueron realizadas por indicado
-
res y dimensiones de la variable en estudio, representadas a través
de tablas y gráficos que permitirán visualizar los resultados.
3. Discusión y análisis de los resultados
La presente investigación está sustentada en el análisis e in
-
terpretación de los resultados obtenidos por la aplicación del ins-
trumento mediante el cual se logró contrastar las dimensiones
que hacen referencia a las competencias cardinales en gerentes
educativos. Se tabularon las frecuencias alcanzadas por cada in-
dicador con sus respectivos ítems, luego se integraron estos datos
por dimensión, obteniendo la frecuencia y el porcentaje estimado
para cada alternativa, tal como se muestra en la Tabla 2.
Al iniciar el análisis cuantitativo de los resultados, se eviden-
cia en el Tabla 2, perteneciente a la dimensión competencias car-
dinales, que los supervisores de coordinaciones de áreas encues-
tados pertenecientes a los institutos universitarios privados, res
-
pondieron de la siguiente manera: en cuanto a la ética la más alta
puntuación se situó en la alternativa siempre, observándose los
siguientes porcentajes: 100% de los encuestados manifiestan que
predominan dentro de la institución los valores morales y de
-
muestran valores éticos dentro de su actuación docente.
Al revisar el indicador responsabilidad, igualmente predomi
-
na la alternativa siempre, debido a que el 100% de los encuesta
-
dos manifestó que evalúan el sentido de responsabilidad, modifi
-
can con buena predisposición los tiempos para cumplir con las
tareas recomendadas y demuestran amplia disponibilidad ante
los objetivos propuestos.
En cuanto al indicador integridad predomina la alternativa
casi siempre, donde el 41.37% de los entrevistados respondió que
orienta sus trabajos en base a valores. El 100% indicó que se esta
-
blecen relaciones laborales en base a principios morales y el 48.27%
opinó que promueven equipos de trabajo orientados a valores.
25
_____________________________________ Innovación y Gerencia. Vol. IV. 2, 2011
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Competencias cardinales en gerentes educativos de institutos universitarios privados
Daniel Romero_____________________________________________________________
Tabla 2:
Competencias cardinales
Indicadores
Alternativas
de Respuesta
Siempre Casi Siempre Casi
Nunca
Nunca Prom.
Ítems F.A. F.R.% F.A. F.R.% F.A. F.R.% F.A. F.R.%
Ética 1 5 17.24 18 62.06 6 20.68 0 0 3.57
Muy
Alto
2 29 100 0 0 0 0 0 0
3 29 100 0 0 0 0 0 0
4 10 34.48 19 65.31 0 0 0 0
Responsabilidad 5 29 100 0 0 0 0 0 0 3.45
Alto
6 0 0 25 86.20 4 13.79 0 0
7 29 100 0 0 0 0 0 0
8 29 100 0 0 0 0 0 0
Integridad 9 17 58.62 12 41.37 0 0 0 0 3.52
Alto
10 29 100 0 0 0 0 0 0
11 0 0 29 100 0 0 0 0
12 15 51.72 14 48.27 0 0 0 0
Asertividad 13 29 100 0 0 0 0 0 0 3.35
Alto
14 0 0 29 100 0 0 0 0
15 12 41.37 17 58.62 0 0 0 0
16 0 0 29 100 0 0 0 0
Fuente:Romero (2011).
En el último indicador referido a la asertividad, la alternativa
de respuestas se dividen en: siempre, cuyos porcentajes para esta
categoría fueron los siguientes: el 100% emite opiniones de mane-
ra asertiva, 41.37% elogia el trabajo que realizan sus compañe-
ros. En la alternativa casi siempre el 100% manifestó que com-
prende el trabajo de sus compañeros. Mientras el 58.62% entien-
de las situaciones de conflicto dentro del grupo de trabajo.
Los promedios de estos porcentajes de respuestas en cuanto a
la dimensión competencias cardinales, tomando en cuenta el bare
-
mo de corrección estuvieron entre3y4,cuya significación es alta.
Es preciso señalar que en la variable competencias gerencia
-
les, los supervisores de coordinaciones de áreas respondieron la
mayoría de las preguntas ajustadas al deber ser, respaldado por
las teorías de los autores y la opinión del investigador, de lo cual
puede resumirse lo siguiente:
En la dimensión competencias cardinales los encuestados
consideran que la ética tiene una presencia significativa en las
competencias de los sujetos de estudio. Según Álvarez (2002), la
ética, como toda ciencia posee un método por medio del cual tiene
un conocimiento profundo de la conducta humana.
Al relacionar la ética con las competencias, Alles (2005), afir
-
ma que es el sentir y obrar consecuentemente con valores mora
-
les, buenas costumbres y prácticas profesionales, respetando las
políticas organizacionales, tanto en la vida profesional o laboral,
así como en la vida privada, aún en forma contraria a supuestos
27
_____________________________________ Innovación y Gerencia. Vol. IV. 2, 2011
Gráfico 1
Competencias Cardinales
Fuente: Romero (2011).
intereses propios o del sector u organización al que pertenece,
quedando las buenas costumbres, los valores morales, además
de los logros, por encima de su accionar.
Dentro de ese marco, formar competencia ética es crear la
capacidad de tomar decisiones autónomas en función de valores,
en vista a la felicidad personal y social. Conlleva a una orientación
hacia la comprensión de la vida en clave de libertad. Se trata de
formar un juicio moral que sea a la vez autónomo, solidario, uni
-
versal y propio, humano.
Igualmente, la responsabilidad está presente en la evalua
-
ción realizada a los sujetos encuestados en los institutos univer
-
sitarios privados de Maracaibo. Ello se afianza en la opinión de
Rogers (2002), cuando plantea: “el que actúa con responsabilidad
también tiene la madurez de saber cuándo debe delegarse un
compromiso a otro”.
Para Méndez (2001,b), la responsabilidad significa adminis-
trar con eficacia el tiempo y los recursos para obtener el máximo
beneficio, amoldándose a la vez a los cambios necesarios. Las de-
cisiones en la conciencia de ser responsable por el bienestar so-
cial o global animan a realizar acciones de manera altruista. Al
asumir la responsabilidad en favor de los derechos de los demás,
debe planificarse el costo de todos los medios: mentales, físicos y
espirituales.
En cuanto a la integridad, igualmente tiene una representa-
ción propia dentro de los institutos universitarios privados de
Maracaibo, cuando todos sus porcentajes de respuestas se ubica
-
ron en las alternativas siempre y casi siempre. Ante tal situación,
es importante recordar la opinión de Alles (2005), cuando plantea
que la integridad es hacer referencia a obrar con rectitud y probi
-
dad. Es actuar en consonancia con lo que cada uno dice o consi
-
dera importante.
Dentro del mismo orden de ideas, la asertividad también se
observa dentro del desempeño de las competencias en los institu
-
tos objeto de estudio, según sus respuestas, el trabajo responde a
parámetros asertivos. En respaldo Goleman (2000), opina que la
asertividad es la expresión directa de los propios sentimientos,
deseos, derechos legítimos y opiniones sin amenazar o castigar a
los demás, sin violar los derechos de esas personas; implica res
-
peto hacia uno mismo al expresar necesidades propias y defender
los propios derechos, el respeto hacia los derechos y necesidades
de las otras personas.
28
Competencias cardinales en gerentes educativos de institutos universitarios privados
Daniel Romero_____________________________________________________________
En relación con lo anterior, se establece la asertividad como
una conducta que permite a una persona actuar con base a sus
intereses más importantes, defenderse sin ansiedad, expresar
-
modamente sentimientos honestos o ejercer los derechos perso
-
nales, sin negar los derechos de los otros, con libertad de expre
-
sión, comunicación directa, adecuada, abierta y franca, además
de la facilidad de comunicación en toda clase de personas. Su
comportamiento es respetable y acepta sus limitaciones. En defi
-
nitiva, la persona asertiva suele defenderse bien en sus relaciones
interpersonales.
Consideraciones finales
El análisis realizado sobre el tema de las competencias car
-
dinales permitió obtener importantes datos que resultan muy sig-
nificativos en el campo educativo. Estos aportes permitirán pro-
fundizar los procesos aprendidos a través de la vida y convertirlos
en hábitos mediante comportamientos repetitivos, en espera de
obtener los resultados adecuados. A continuación se mencionan
algunas consideraciones finales:
Al analizar las competencias cardinales de los gerentes en
institutos universitarios privados, se hace referencia a la
presencia de principios éticos que con frecuencia los supervi-
sores de la coordinación de área ponen en práctica. Sin lugar
a dudas, la ética adquiere su importancia dentro del contexto
gerencial-educativo, donde se requiere de la existencia de
una plataforma fundamentada en los valores y la moral.
La responsabilidad está firmemente confirmada frente al
ejercicio profesional de los coordinadores de área. Esto signi
-
fica que las experiencias y seriedad de los participantes ante
la capacidad de poner el acento en actividades basadas en
objetivos, dan significación a la institución, orientando los
esfuerzos a iluminar y racionalizar su compromiso con la
misma.
En cuanto a la integridad y asertividad, se concluye que exis
-
te presencia de las mismas en los supervisores de las coordi
-
naciones de área de los institutos universitarios privados de
Maracaibo. Al considerar estas competencias cardinales
como conductas que vitalizan el crecimiento influyente en las
organizaciones, se justifica que responsabilizarse de la cali
-
dad de las relaciones laborales para desenvolverse eficaz
-
29
_____________________________________ Innovación y Gerencia. Vol. IV. 2, 2011
mente sobre la base de los principios y del respeto, genera
equipos de trabajo orientados por valores, actuando en con
-
sonancia con la igualdad, rectitud y probidad, evitando así el
sentimiento de malestar.
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