asumir un pensamiento sistémico, balancear la vida personal, fa
-
miliar, profesional, social y espiritual.
Este autor describe a los gerentes como los que dirigen en
cualquier campo e instancia educativa, las acciones específicas
que puede ejecutar para maximizar las potencialidades de sus ca
-
pacidades dirigidas a la optimización del capital o activos intangi
-
bles de la universidad. Al respecto, el gerente educativo, tanto en
su acción directiva como la docente, debe fomentar el ejercicio
emprendedor sustentado en la visión creativa, comparativa, re
-
novadora, comprometedora, con proyección de los valores, gene
-
radora de recursos y herramientas orientados a la transforma
-
ción del mundo que lo rodea y adaptados a los cambios vertigino
-
sos de la ciencia y tecnología, siendo efectivos, eficaces y eficien
-
tes al buscar la excelencia como clave para competir en entornos
dinámicos. En este contexto, el conocimiento organizativo, según
Ordóñez (2009), se ha convertido en recurso.
En este ámbito, es beneficioso aplicar una gerencia partici-
pativa en la cual los subalternos, coordinadores y docentes, sean
llamados a formar parte de la innovación. De tal manera, que el
capital intangible intelectual sea el valor principal de mercado
que configura el capital de la universidad conformado por activos
de mercado, como marcas, alumnos, imagen, capacidad de cola-
boración; activos humanos, como la formación profesional, cono-
cimientos específicos de los programas, habilidades; activos de
propiedad intelectual, como los derechos de las producciones in
-
telectuales, patentes, copyrights, derechos de diseño; y activos de
infraestructura, como la filosofía de la universidad, cultura orga
-
nizativa, sistemas de información, bases de datos existentes en la
universidad; los cuales son manejados de manera que son apro
-
vechados y potenciados al máximo.
Desde la visión de Krell (2011), el valor que constituye el in
-
tangible intelectual hace referencia al capital humano, llámese
conocimiento tácito o práctico debe convertirse en capital de la
empresa, es decir, que el trabajador del conocimiento esté moti
-
vado a transferir sus saberes y adopte el hábito de transmitir sus
observaciones productivas para que luego se incorporen en la re
-
lación sistémica gana-gana. En este contexto, no se trata de ase
-
verar que el vínculo entre la empresa y el trabajador esté fractura
-
do sino que el formato ha cambiado, ambos se necesitan.
No obstante, según Krell (ibídem), al hacer alusión a dicho in
-
tangible, es de considerar también al capital estructural que trans
-
17
______________________________________ Innovación y Gerencia. Vol. V. Nº 2, 2012